PARÍS./
La vacuna de Pfizer produce anticuerpos capaces de neutralizar la variante india del coronavirus, aunque su eficacia es «ligeramente menor», según un estudio de investigadores del Instituto Pasteur de París.
Las personas vacunadas con dos dosis de Pfizer presentan anticuerpos en su suero sanguíneo eficaces contra la variante inglesa, pero menos eficaces contra la variante india estudiada, según estos trabajos difundidos por el sitio de prepublicaciones BioRxiv.
A pesar de una eficacia ligeramente menor, según las pruebas de laboratorio, la vacuna Pfizer es probablemente protectora», dijo Olivier Schwartz, coautor del estudio y director de la unidad Virus e Inmunidad del Instituto Pasteur de París.
Los científicos también probaron la eficacia de AstraZeneca frente a estas variantes, pero solo con personas vacunadas con una dosis, ya que «no tuvieron acceso a las muestras de las personas que recibieron las dos dosis» en el momento en que este estudio fue realizado, explicó Schwartz.
Esta vacuna comenzó a usarse en la Unión Europea en febrero y entre las dos dosis se recomienda esperar 12 semanas.
A finales de abril, cuando se realizó el estudio, solo un número muy pequeño de personas había recibido las dos dosis, debido a los recelos que suscitaron sus posibles efectos secundarios, que hicieron que el fármaco se restringiera a los mayores de 55 años en Francia.
Los resultados de los estudios, realizados con hospitales universitarios franceses, muestran que una dosis de AstraZeneca, es eficaz contra la variante inglesa, pero «funciona muy poco contra las variantes indias y sudafricanas».
Una única dosis de esta vacuna parece «poco eficaz o del todo ineficaz» contra la variante india, recalca el investigador.
La variante india, conocida científicamente como B.1.617, se detectó en India en octubre de 2020 y desde entonces se ha propagado a otros países, entre ellos el Reino Unido.
Sus tres subgrupos principales -B.1.617.1, B.1.617.2 y B.1.617.3- registran algunas mutaciones que pueden aumentar su capacidad para reducir la eficacia de los anticuerpos generados por las vacunas, adquiridos naturalmente o de forma terapéutica.
Los investigadores estudiaron concretamente el virus B.1.617.2, que parece ser más contagiosos que las otras dos variantes y fue detectado recientemente en una decena de países.
«Demostramos que esta variante, que se propaga muy rápido, adquirió una resistencia parcial a los anticuerpos», según Schwartz.