¿Una aplicación puede decidir si vives o mueres? Checa esto

CIUDAD DE MÉXICO

El creador de un cortometraje sobre la blasfemia en Pakistán espera que genere un debate sobre la tolerancia en un momento en que los defensores de los derechos humanos dicen que el discurso de odio en las redes sociales está generando cada vez más violencia.

El cortometraje «Swipe» trata sobre un niño obsesionado con una hipotética aplicación de un teléfono inteligente que permite votar sobre si alguien debería ser asesinado por una blasfemia y ofrece una visión de un futuro sombrío de lo que los grupos de derechos humanos dicen que es un presente preocupante.

«La pantalla es lo que alienta a la gente y lo que dicen através de una pantalla probablemente no lo dirían a otra persona frente a ellos», dijo Arafat Mazhar, director del corto de 14 minutos.

La blasfemia es un delito en Pakistán y oficialmente conlleva la pena de muerte. Si bien no se han llevado a cabo ejecuciones por blasfemia, turbas enfurecidas a veces matan a personas acusadas de ello.

Los grupos de derechos humanos dicen que la ley de blasfemia a menudo se explota para ajustar cuentas y son cada vez más las acusaciones en las redes las que desencadenan la violencia.

El filme, producido por un estudio en la ciudad de Lahore y lanzado el mes pasado, muestra lo que podría ocurrir si la gente pudiera ver fotos de los acusados de blasfemia en una aplicación y luego tuvieran la opción de deslizar el dedo hacia la derecha para condenarlos a muerte o a la izquierda para perdonarlos.

Si al menos 10 mil personas condenan a alguien, entonces el público podría ir a matarlo.

El niño protagonista revisa la aplicación para ver al acusado, incluido un hombre que no reenvió un mensaje religioso en las redes sociales y mujeres acusadas de usar demasiado perfume o vestirse de manera indecente.

Impulsado por sumar «puntos» en la aplicación y enfurecido por las acusaciones, el niño se lanza a deslizar las fotos hacia la derecha y en el frenesí acusa a su propio padre de blasfemia.

Mazhar espera que la película haga que la gente piense en acusaciones precipitadas. Pero adoptar una visión crítica, o incluso simplemente cuestionar la ley de blasfemia, conlleva un gran riesgo.

En 2011, el gobernador de Punjab, la provincia más grande de Pakistán, Salman Taseer, fue asesinado a tiros por uno de sus guardias policiales después de que habló en defensa de una mujer cristiana, Asia Bibi, acusada de blasfemia.

El guardia, Mumtaz Qadri, fue elogiado por muchos y su arresto, sentencia y posterior ejecución provocó una oleada de ira e incluso violencia en enormes protestas.

Bibi pasó ocho años en el corredor de la muerte.Eventualmente tuvo que huir de Pakistán después de que la Corte Suprema la absolviera.

El filme llega en momentos en que los casos de violencia desatados por acusaciones online se están volviendo habituales.

«Está pasando casi todos los días», dijo Hassan Baloch, un investigador del grupo de monitoreo de discursos de odio Bytes 4 All.

«Lo que comienza online se está traduciendo offline, con frecuencia de manera violenta y peligrosa», agregó.

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