La compañía estatal de energía nuclear de Ucrania, Energoatom, dijo el domingo que un trabajador resultó herido y que los sensores de monitoreo de radiación resultaron dañados después de que el ejército ruso reanudó el sábado por la noche el bombardeo de la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa.
La planta también fue bombardeada el viernes y Rusia volvió a culpar a Ucrania por el nuevo incidente.
El sábado por la noche, los ataques con cohetes rusos alcanzaron el sitio de la instalación de almacenamiento en seco de la planta, donde se almacenan al aire libre 174 contenedores con combustible nuclear gastado, explicó Energoatom en la aplicación de mensajería Telegram.
Tres sensores de monitoreo de radiación alrededor del sitio de la planta de energía nuclear de Zaporiyia resultaron dañados. En consecuencia, la detección y respuesta oportunas en caso de un deterioro en la situación de radiación o una fuga de radiación de los contenedores de combustible nuclear gastado aún no son posibles», advirtió la agencia.
Agregó que un trabajador de la planta resultó herido por metralla y fue trasladado al hospital.
Los proyectiles golpearon una línea eléctrica de alto voltaje el viernes en la instalación, lo que llevó a sus operadores a desconectar un reactor a pesar de que no se detectó una fuga radiactiva.
La planta de Zaporiyia fue capturada por el ejército ruso a principios de marzo en la etapa inicial de la guerra, pero aún está a cargo de sus técnicos ucranianos.
Rusia volvió a culpar a Ucrania por el bombardeo del sábado por la noche.
Durante la noche, formaciones armadas ucranianas lanzaron un ataque utilizando un sistema de lanzacohetes múltiple Uragan de 220 mm. Los edificios administrativos y el territorio adyacente de la instalación de almacenamiento resultaron dañados», según un comunicado emitido por la administración de Energodar instalada por Rusia y emitido por la agencia de noticias Interfax.
El jefe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresó el sábado su fuerte preocupación por el bombardeo del viernes y dijo que la acción mostraba el riesgo de un desastre nuclear.
Ambas partes se acusaron mutuamente de participar en «terrorismo nuclear» después del incidente del viernes.
La ucraniana Energoatom culpó a Rusia por el bombardeo del viernes y los daños, mientras que el Ministerio de Defensa ruso acusó a las fuerzas ucranianas de bombardear la planta.