La población mundial ha tenido que acostumbrarse a usar cubrebocas desde hace más de un año, tanto en espacios cerrados como abiertos, como medida de prevención ante la pandemia de coronavirus. Sin embargo, varios países relajan su utilización conforme avanza la vacunación anticovid, lo que ha ocasionado el síndrome de la cara vacía.
De acuerdo con expertos, el síndrome de la cara vacía no es una enfermedad o un trastorno mental, aunque si podría causar temor y ansiedad. Para que los conozcas mejor te explicamos qué es y como combatirlo.
¿Qué es el síndrome de la cara vacía?
Sonia Castro, psicóloga y miembro del Instituto Europeo de Psicología Positiva de Madrid, explicó que el síndrome de la cara vacía es un conjunto de síntomas como inseguridad o ansiedad, que experimentan las personas al momento de retirarse el cubrebocas en espacios abiertos ó cerrados.
No obstante aclaró que no es ninguna enfermedad y que incluso, no está en ningún manual de diagnósticos, por lo que no hay un tratamiento en específico.
«El síndrome de la cara vacía es un término que hemos estado escuchando desde hace un año cuando empezó la pandemia y lo primero que hay que dejar claro es que no es ninguna enfermedad mental ni un trastorno ni está tipificado en ningún manual de diagnóstico».
«Es un conjunto de síntomas que pueden sentir varias personas de cara un poco a la situación de quitarnos el cubrebocas, no hay un tratamiento eficaz o que sea útil porque no es una enfermedad como una depresión o ansiedad, es un síndrome que es un conjunto de síntomas», dijo en entrevista con Europa Press Televisión.
¿Cómo puedes combatirlo?
Pese a que no hay un tratamiento especial, la especialista recomendó a quienes podrían presenta el síndrome, usar herramientas o estrategias para manejar el miedo y la ansiedad.
Una de éstas podría ser las aproximaciones sucesivas, es decir, dejar de usar el cubrebocas de una forma gradual y muy flexible, tomando en cuenta el lugar donde se encuentren y su situación de salud, así como la de las personas con las que está.
«Lo que hay que hacer dotar a las personas y que aprendan ciertas herramientas que le ayudarán a manejar el miedo y la ansiedad, que es lo que se dispara cuando tenemos que quitarnos la mascarilla.
«Por ejemplo, algo que se ha comprobado y que ha resultado muy eficiente son las aproximaciones sucesivas, es una estrategia para poco a poco acostumbranos a la situación que nos causa miedo y ansiedad, hacerlo de forma muy gradual muy flexible, no tiene que ser todo o nada, es decir, cada persona debe ir viendo en qué situación se siente más cómodo y ver la situación de cada persona, no es lo mismo que alguien que no esté vacunado conviva con personas que ya lo están o por ejemplo con personas que tengan otras patologías», comentó.