Al menos mil personas murieron en el potente terremoto que sacudió el este de Afganistán este miércoles, según un alto responsable de una de las provincias más afectadas.
El balance llegó a los mil muertos y esta cifra aumenta. La gente cava tumba tras tumba», declaró el jefe del servicio de Información y Cultura de la provincia de Paktika, Mohamad Amin Huzaifa, en un mensaje a la prensa.
El sismo de magnitud 5.9 se produjo en una zona remota del este del país, cerca de la frontera con Pakistán, donde la población ya vive en condiciones muy precarias.
El balance de la tragedia fue aumentando rápidamente y el líder supremo del país, Hibatullah Akhundzada, advirtió que las cifras podrían ser todavía más elevadas.
El terremoto se produjo a 10 km de profundidad, hacia las 01H30 del miércoles, en una zona de difícil acceso del este del país, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), que agregó que un segundo temblor de magnitud 4.5 sacudió casi el mismo lugar a la misma hora.
En las redes sociales se ven fotos de casas derrumbadas en las calles de un pueblo, en esta región rural pobre y remota. Y en un video se puede ver a habitantes transportando heridos a un helicóptero.
Un grupo de hombres socorre a una víctima del sismo en la provincia de Paktika. (Foto: Reuters)
Gran parte de la región es montañosa y los desplazamientos son difíciles. Llevará tiempo transportar a los fallecidos y los heridos», admitió el ministro de Desastres Naturales, Mohamad Abas Akhund.
Los servicios de rescate del país, limitados desde hace tiempo en efectivos y capacidad, no están adaptados para enfrentarse a catástrofes naturales de esta envergadura.
El terremoto se sintió en varias provincias de la región, y también en la capital, Kabul, situada a unos 200 km al norte del epicentro del sismo.
Los servicios de rescate del país, limitados desde hace tiempo en efectivos y capacidad, no están adaptados para enfrentarse a catástrofes naturales de esta envergadura.
También se notó en el Pakistán vecino, donde murió una persona y varias viviendas quedaron dañadas.
Desde la llegada de los talibanas al poder en agosto, Afganistán atraviesa una grave crisis financiera y humanitaria, provocada por el bloqueo de millones de haberes en el extranjero y la suspensión de la ayuda internacional, que sustentaba al país desde hacía dos décadas y que ahora llega con cuentagotas.