Al menos 38 personas murieron después de que fuertes lluvias azotaron Petrópolis, una ciudad de la región montañosa del estado brasileño de Río de Janeiro, informó este miércoles el gobierno local.
Las calles de la ciudad quedaron inundadas por los aguaceros y también hubo fallecidos por deslizamientos de tierra.
El presidente Jair Bolsonaro, que está de viaje en Rusia, dijo en Twitter que había pedido a los ministros que ayudaran a la ciudad y a las víctimas de la tormenta.
El gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, acudió a Petrópolis el martes por la noche.
Estamos en Petrópolis articulando toda la ayuda necesaria en este momento», escribió Castro en su cuenta de Twitter.
Rescatistas y voluntarios buscan signos de vida entre los escombros de un derrumbe. (Foto: AFP)
Añadió en un comunicado en video que sólo abandonaría la ciudad cuando se organice la respuesta al desastre.
Desde Moscú, donde se reunirá el miércoles con el presidente ruso, Vladimir Putin, Bolsonaro dijo que había hablado con el ministro de Desarrollo Regional, Rogerio Marinho, y el de Economía, Paulo Guedes, para asegurar la ayuda a la ciudad.
Desde diciembre, fuertes lluvias han provocado inundaciones y deslizamientos de tierra mortales en el noreste de Brasil y en el estado de Sao Paulo, amenazando con retrasar las cosechas en el medio oeste y han obligado a suspender brevemente las operaciones mineras en el estado de Minas Gerais.