CIUDAD DE MÉXICO. – Pese a que han transcurrido tres semanas desde que se cayó el puente y dos vagones del Metro en la línea 12, cerca de la estación Los Olivos, la zona de Tláhuac sigue siendo un caos.
El trayecto en los transportes alternos es casi imposible, largas filas de personas se observan sobre la Avenida Ermita Iztapalapa en la estación Mexicaltzingo, donde algunas de las unidades RTP ni siquiera hacen parada para recoger al pasaje, pues van saturadas.
«Hay pocas unidades que están mandando y se dan abasto para que subamos todos los que usamos el transporte del Metro, ya llevo una hora esperando”, aseguró Verónica Gonsen, usuaria afectada.
Para los adultos mayores la situación es aún más complicada.
Ya no se puede uno subir como antes, los pies ya no le sirven a uno tanto, no hay buen servicio, porque cómo se va a ir uno colgado”, señaló Beatriz una usuaria.
En el caso de correr con suerte y lograr abordar uno de los transportes, el siguiente problema es avanzar a vuelta de rueda. Por ejemplo, una unidad que salió de la Estación Ermita con dirección a Tláhuac, en 40 minutos la unidad solo avanzó dos estaciones.
En esta ruta es posible encontrar a pasajeros como Uriel Olguín quien se dirige hasta Tulyehualco en Xochimilco, la Línea 12 lo conectaba con el centro de la ciudad y ahora hace el doble de tiempo y gasta el doble en pasajes.
Estoy seguro que todas las personas están hartas de estar aquí. Todavía falta otro tramo para llegar a Tláhuac y la verdad le estamos sufriendo mucho”, aseveró.
Los usuarios que viajaban en la Línea Dorada tienen la esperanza que se reabra el tramo subterráneo y que el gobierno tenga listo lo más pronto posible el Metrobús alterno.