En los últimos minutos de los tiempos extras de la final de la Liga de Naciones de la Concacaf, el árbitro del partido marcó un penal a favor de Estados Unidos por una supuesta falta sobre el delantero Christian Pulisic, el cual significó el tercer tanto del combinado de la barras y las estrellas, y aunque México tuvo para empatar, Andrés Guardado falló desde los once pasos.
Uno de las figuras del Tricolor que estuvo al pendiente de todo lo que sucedía fue Raúl Jiménez, quien inmediatamente reaccionó ante la marcación de la pena máxima del árbitro panameño John Pitti, mostrando su molestia al asegurar que «eso no puede ser penal, nunca!».
Después de este tanto de Pulisic vino el penal a favor de la selección mexicana, donde el mediocampista Andrés Guardado no pudo batir a Ethan Horvat, por lo que los estadunidenses se coronaron en la Concacaf Nations League.
Tuvieron que pasar 14 años para que el combinado de las barras y las estrellas pudiera vencer a México en una final, pues la última vez que sucedió en la Copa Oro 2007.