BERLÍN/
Fritz Keller, presidente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB), oficializó este lunes su dimisión, que había anunciado el pasado 11 de mayo tras ser el foco de las críticas por haber comparado recientemente a un vicepresidente de la entidad con un juez nazi.
La cuestión de su sucesión aún no está solucionada y, desde hace años, la DFB está inmersa en conflictos y ajustes de cuentas internos que paralizan en parte su normal funcionamiento.
Sus dos predecesores, Wolfgang Niersbach y Reinhard Grindel, también se vieron obligados a dimitir: el primero en el marco del escándalo sobre la compra de votos para la atribución del Mundial-2006 en Alemania, y el segundo por haber aceptado un lujoso regalo.
Keller, de 64 años, desató la polémica cuando a comienzos de este mes comparó en una reunión al vicepresidente de la DFB, Rainer Koch, con Roland Freisler, el jefe de los tribunales nazis en los años 1940 y que participó en la conferencia de Wannsee que decidió el Holocausto.
La DFB, que debe gestionar la organización de la Eurocopa-2024 de fútbol, se halla actualmente a la búsqueda de un nuevo seleccionador nacional para suceder a Joachim Löw, quien dejará el cargo al término de la Eurocopa del próximo verano (boreal).
El director de la DFB, Oliver Bierhoff, tiene asignada la tarea de encontrar un sucesor para Löw, y las negociaciones con el antiguo técnico del Bayern de Múnich Hansi Flick se encuentran en estado avanzado, según reconocen las dos partes.