Toneladas de plástico procedentes de un portacontenedores en llamas frente a las costas de Colombo amenazan las playas de Sri Lanka con la mayor contaminación de su historia, estimó este sábado un responsable medioambiental.
Las autoridades han prohibido la pesca en una zona de 80 km de longitud alrededor del «MV X-Press Pearl», un barco con pabellón de Singapur, que está en llamas desde hace nueve días y amenaza con romperse y provocar una terrible catástrofe medioambiental si toneladas de combustible se vierten en el océano Índico.
Una operación internacional está en marcha para impedir este desastre, pero las playas más cercanas ya viven otra tragedia al verse invadidas por millones de granulados plásticos procedentes del cargamento del navío.
Según las autoridades, el barco transportaba, entre otros, 28 contenedores llenos de granulado de poliestireno, destinados sobre todo a proteger los envíos, ocho de los cuales cayeron al agua.
Limpiar las playas de toneladas de estas pequeñas bolitas, mezcladas con petróleo quemado y otros desechos del barco va a ser una tarea titánica.
«Es probablemente la contaminación de las playas más importante de la historia», dijo Dharshani Lahandapura, presidente de la Autoridad de Protección del Medioambiente Marino (MEPA).
Además de la contaminación de las playas turísticas, también están amenazadas zonas marinas de la región, conocidas por sus cangrejos y gambas gigantes. Los científicos también están evaluando el impacto en los lagos, los manglares y la vida marina de la zona.
El incendio ha fragilizado la estructura del barco de 186 metros de eslora, según la MEPA. Además del combustible de sus depósitos, el navío transportaba 278 toneladas de carburante y 50 toneladas de gasóleo marino.
«Aún hay humo y de vez en cuando todavía salen llamas, pero el navío está estable», afirmó un portavoz de la Marina esrilanquesa, el capitán Indika de Silva.
La ciudad pesquera de Negombo, situada 40 kilómetros al norte de la capital, se ve particularmente amenazada por esta marea negra, y su playa, octavo lugar turístico más visitado del país, está cerrada al público.