Los precios del petróleo subían hasta tocar a su mayor nivel en más de dos años, apoyados por la recuperación económica y la perspectiva de crecimiento de la demanda de combustible a medida que la vacunación contra el coronavirus SARS-CoV-2, que causa la enfermedad covid-19 en los países desarrollados avanzan.
Los futuros del crudo Brent subían 53 centavos, o 0.7 por ciento, a 73.22 dólares por barril, su mayor nivel desde mayo de 2019. Los futuros del West Texas Intermediate (WTI) ganaban 44 centavos, o 0.6 por ciento, a 71.35 dólares por barril, su cota más elevada desde octubre de 2018.
«Los dos principales referenciales del crudo cotizan a máximos de (casi) dos años y medio de cara a un potente cóctel alcista de optimismo sobre la demanda y recortes al bombeo de OPEP+», dijo Stephen Brennock, de la corredora de petróleo PVM.
«Este escenario de fortalecimiento de los fundamentos del petróleo ha ayudado a apuntalar mayores niveles de operaciones».
El tráfico de vehículos motorizados está regresando a los niveles previos a la pandemia en América del Norte y gran parte de Europa, y hay más aviones en el aire a medida que se alivian los confinamientos y otras restricciones, lo que ha propiciado tres semanas de alzas para los referenciales del petróleo.
El ánimo también era fortalecido por la cumbre del G7, donde los países occidentales más ricos del mundo buscaron proyectar una imagen de cooperación en temas clave como la recuperación de la pandemia covid-19 y la donación de mil millones de dosis de vacunas a las naciones pobres.
«Si la inoculación de la población mundial se acelera aún más, eso podría significar un retorno aún más rápido de la demanda que falta para alcanzar los niveles previos al covid», dijo Louise Dickson, analista de Rystad Energy.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) dijo el viernes que espera que la demanda mundial vuelva a los niveles previos a la pandemia a fines de 2022, más rápido de lo previsto anteriormente.
La AIE instó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, conocidos como OPEP+, a aumentar la producción para satisfacer la creciente demanda.
El grupo OPEP+ ha estado restringiendo la producción para respaldar los precios después de que la pandemia acabó con la demanda en 2020, manteniendo un fuerte cumplimiento de los objetivos acordados en mayo.