Pedro Capó festeja la vida

Cuando era niño, el puertorriqueño Pedro Capó escuchaba continuamente en casa Piel canela, canción que traspasó fronteras. El tema era de su abuelo, el cantautor Félix Roberto Manuel Rodríguez Capó, conocido como Bobby Capó (1921-1989), de quien hace un año fue el centenario de su nacimiento.

Ahí surgieron las raíces musicales del nacido en Santurce, Puerto Rico, quien optó por el pop latino, el dance pop y el urbano como parte de su propuesta musical de la que ahora lanza La fiesta.

Pedro Capó expresó su admiración y la misma inquietud por probar nuevos sonidos, como lo hizo su abuelo, a quien recordó.

Más allá de inspiración, simplemente la genética con la que nos bendijo a mí y a mi familia, donde hay músicos, cantantes, instrumentalistas, actores, bailarines. Dejó una sangre pesada y bonita. Era impresionante el cariño de la gente a mi abuelo, era: ¡Bobby Capó!, gran compositor a quien llegué a ver en conciertos en vivo. ¡Fue súper impresionante!

Mi padre también fue músico (Bobby Capó Jr.) y eso siempre me mantuvo y me atraía, siempre supe que esto es lo que quería hacer. Además, conocer la trayectoria de mi abuelo a través de anécdotas, escritos, documentales; el tipo disciplinado que fue y que tenía que serlo, al ser un hombre negro en los años 50, saliendo de un pueblito de calles de tierra a comerse el mundo, sin internet ni teléfono.

Eso habla mucho de su perseverancia y de la realidad de su tiempo, de lo que tuvo que atravesar, además de que era un compositor arriesgado, intentando renovarse. Eso me lo heredó, tengo esa inquietud de jugar con diferentes sonidos.

Mi abuelo dejó canciones inéditas que incluyen rap en los años 80. Él ya estaba escuchando y viviendo lo que pasaba en Nueva York. Siempre le gustó estar al frente de los movimientos de las propuestas. Fue un gran músico y me siento orgullosísimo de su legado y agradecido”, expresó Pedro Capó a Excélsior.

ESTÁ DE FIESTA

Tal necesidad de exploración sonora está contenida en canciones de Pedro Capó como Calma, que se convirtió en éxito y cuyo video en colaboración con Farruko cuenta con más de dos mil 539 millones 557 visualizaciones en YouTube. Así como de Tu fanático, en la que colaboró con Nicki Nicole y De La Ghetto, y Gracias, que también tiene versión remix con Farruko. Su más reciente sencillo La fiesta, ya cuenta ya con más de dos millones 392 views en YouTube. El video está inspirado en la obra El velorio, del pintor puertorriqueño Francisco Oller, que aborda la muerte desde la celebración de la vida.

La reflexión es optimista, pues enfatiza la importancia de vivir para que, al morir, haya un festejo más que un llanto amargo. “Viví en México año y medio y estuve en el Día de Muertos. Me encanta su perspectiva y esa cultura de celebrar a los muertos, de mantenerlos vivos. Participé, hice mi altar con dulces y comida para mis muertos.

Me parece bonito e importante tener esa conversación y no tratar de escondernos de la muerte, porque es inevitable. Si miramos la muerte desde el punto de vista correcto, se vuelve una inspiración para aprovechar cada momento. Invita a eso, porque nadie garantiza, no sabemos hasta cuándo llegue el viaje, así que hay que aprovechar la vida. La fiesta nace de ahí. “Es una canción fruto de los tiempos que estamos viviendo, porque esta pandemia nos ha llevado a todos a explorarnos, a atravesar nuestros miedos, a conectar con la vida. Eso yo lo atravieso también, es la verd a d d e mi tiempo y momento y lo plasmo en una canción”, explicó el cantautor.

El detonador para la composición del tema fue el documental de un artista plástico polaco, quien atravesó el holocausto y otras dificultades, y habló de la importancia de la creación artística desde sus miedos. Tras verlo, dos días después, Capó tomó la guitarra y comenzó a componer en su patio.

El miedo individual casi siempre es miedo colectivo. Explorando mis miedos, me topé con la muerte, que me causó una ansiedad tremenda. Más allá de nuestra fe, siempre queda ese espacio de incertidumbre. Nadie quiere que la vida) se acabe, porque es lo que conocemos.

Me parece bonito bajar esa ansiedad, traer esa conversación a la mesa y jugar, yo como compositor e individuo, con ese espacio fantasioso de idealizar mi funeral, donde pido que no haya ni flores ni llanto, sino música, celebración y vino. Me parece que es el funeral más adecuado para mí, el que yo desearía. También, quizá, de no querer que lo nuestro se mantenga en un sufrimiento por esa transición o distancia.

Reconozco que, habiendo perdido gente en mi vida, al pasar de los años lo que más sobresale son las experiencias bonitas compartidas, las contribuciones de esa persona en particular”, detalló.

La fiesta es una canción es muy personal, pero también exhorta a intentar lograr lo soñado.

Todos tenemos cosas lindas que cumplimos y es bonito pararse en ese lugar, ya sea para atraer ese momento o para celebrar nuestras victorias, porque no hay victoria pequeña, todas se acumulan. Así siento que me pasa”.

Pedro Capó no se desubicó con la popularidad que logró con Calma.

La fama para mí es un efecto secundario del éxito en esta industria. Me agrada que conecten conmigo y me reconozcan, pero no hay que permitir que se vaya a la cabeza, porque es algo frágil. “Trato de mantenerme a mi realidad. Calma me llegó a los 38 años, ya con nenes grandes, una responsabilidad y una realidad, sin dejarme envolver mucho”, remató.

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