La vandalización de murales en la Ciudad de México, el robo de arte sacro en San Luis Potosí, así como la destrucción de una pieza de Frida Kahlo, de vestigios arqueológicos en Jalisco y una restauración desastrosa fueron algunos de los hechos culturales reportados por Excélsior a lo largo de este año.
1 Mural dañado
Vecinos de la colonia Narvarte denunciaron la vandalización del mural Sol de fuego, del artista Jorge Best (1924-2002), que forma parte del Centro SCOP. Días después, el Cencropam inició los trabajos de restauración, pero no se informó si se tramitó alguna denuncia formal ante la autoridad local.
2 Carbonizan pieza de Frida
El empresario Martin Mobarak documentó en video la incineración de la pieza Fantasmones siniestros, de Frida Kahlo, para crear un NFT. En respuesta, el INBAL indicó que tramitará un recurso legal o posible demanda.
3 Restauración fallida
Usuarios de redes denunciaron la intervención desafortunada que hizo la tatuadora y artista Amanda Quintana en la capilla de Arroyozarco, construida en el siglo XVIII y levantada por jesuitas en el Camino Real de Tierra Adentro.
4 Vandalizan obra de Otero
El muralista Ariosto Otero denunció que cinco de sus murales, en la alcaldía La Magdalena Conteras, fueron dañados con grafiti, por lo que exigió la intervención de la Secretaría de Cultura federal y del INBAL.
5 Afectación arqueológica
Habitantes de Sayula, Jalisco, denunciaron la destrucción de dos montículos prehispánicos en el sitio arqueológico de Santa Inés. El dictamen del arqueólogo Gustavo Ladrón de Guevara indicó que los daños son irreversibles.
6 Roban arte Sacro en SLP
El vicario de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Gilberto Anaya, reportó el robo de una escultura de la Parroquia de San José de Bledos. La pieza, cuyo hurto fue denunciado por el INAH, podría ser vendida hasta en 500 mil pesos.
7 Besos al patrimonio
Pepe Romero visitó el Museo Nacional de Antropología en marzo pasado y, durante un recorrido de casi una hora, besó y lamió 30 piezas arqueológicas. El INAH determinó que no había delito, pero sí “una conducta impropia”.