La reina Isabel II fue fotografiada sonriente y relajada dos días antes de su muerte.
La fotógrafa Jane Barlow, de la agencia Press Assiciation, fue la encargada de apretar el obturador y tomar la última foto de la soberana británica que se hizo pública previo a su deceso.
El momento ocurrió el pasado 6 de septiembre en el castillo de Balmoral, donde la monarca recibió a la nueva primera ministra, Liz Truss.
Estuve allí para fotografiar a la reina recibiendo a la nueva primera ministra, y justo antes de que llegara a la sala, pasé unos momentos con Su Majestad y fue entonces cuando obtuve esa imagen”, rememoró Barlow en entrevista.
La fotógrafa destacó lo íntimo que se volvió el momento junto a Isabel II poco antes de la llegada de Truss.
Cuando entré en la habitación con la secretaria de prensa de la Reina, ella estaba muy sonriente y luego se movió a través de la habitación hasta su posición y hubo un rato mientras tuvimos que esperar a que anunciaran a Lizz Truss, así que durante ese corto tiempo ella hizo un comentario sobre el clima”, describió.
Barlow aseguró que la reina «parecía muy feliz», actuó con la mayor naturalidad y «sin posar» para la cámara.
Ella comentó lo oscuro que estaba afuera porque el clima se había cerrado y parecía de muy buen humor”, dijo la fotoreportera.
Momentos después, Truss fue anunciada formalmente, entró en la habitación y se acercó a Isabel II para estrecharle la mano.
Obviamente, saludó a Liz Truss con otra gran sonrisa y en ese momento salí de la habitación y esos fueron solo mis breves minutos con Su Majestad el martes», comentó Barlow.
Publicó la imagen en su Instagram hace dos días.
No posó en absoluto, fue solo un momento agradable y natural en el que solo miró hacia arriba y sonrió y ahora también es aún más conmovedor porque es una de las últimas fotos que le tomaron», remarcó.
Barlow tiene 15 años de experiencia fotografiando a miembros de la realeza y políticos.