La ola de calor que llegó a Zhangjiakou y a las pruebas de esprint en esquí de fondo el miércoles, sorprendió a los deportistas en los Juegos Paralímpicos de Invierno, sin perturbar a la leyenda canadiense Brian McKeever, que sigue sumando títulos y se acerca al estatus de deportista paralímpico más laureado de la historia.
Hace un mes, en los Juegos Olímpicos, en este mismo sitio, el frío y la niebla obligaron a aplazar algunas pruebas, pero el miércoles, en el esprint, algunos fondistas decidieron participar en camiseta, cuando las temperaturas en la ciudad vecina rozaban los 17°C.
Este tipo de condiciones agotan tu energía», comentó la noruega Birgit Skarstein (categoría sentada), que comparó el tiempo al del mes de julio en su país.
Sobre las pistas, las temperaturas eran diez grados más frescas, pero muy por encima de un punto de congelación, llevando a un inicio de derretimiento de la nieve artificial.
«Esto ralentiza a todo el mundo», explicaba el estadunidense Aaron Pike, también de categoría sentada, que añade que los deportistas de su categoría sufren «un poco más». «No utilizan sus abdominales, su espalda, no lanzan su cuerpo en todos los movimientos de tracción. Utilizan solo sus brazos».
Los Juegos Paralímpicos habían tenido condiciones similares en Pyeongchang-2018 y Sochi-2014. Esta vez, los organizadores se vieron obligados a avanzar un día las pruebas de ‘banked eslalon’ en snowboard, del sábado al viernes, debido a un «riesgo elevado de lluvia y de que fundiera la nieve».
Las pruebas de esquí alpino del sábado (mujeres) y domingo (hombres) se desarrollarán antes durante la jornada matinal.