Al menos once personas murieron a causa de una fuerte ola de calor en el condado de Webb (cuya sede es la ciudad de Laredo), en Texas, a medida que más de 90 millones de estadunidenses se encuentran bajo alerta meteorológica por las altas temperaturas en todo el país. Las autoridades sanitarias del condado indicaron que solo en una semana han fallecido nueve residentes en la región, a los que ahora se han sumado otras dos personas de edades comprendidas entre los 60 y los 80 años.
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La población local se enfrenta a una humedad extrema y temperaturas muy altas desde la semana pasada, por lo que el Gobierno ha instado a los residentes de Texas a mantenerse hidratados y vigilar a familiares, amigos y vecinos.
«Es una ola de calor que no hemos visto nunca antes. Por favor, estas muertes son prevenibles. Vigilen a sus vecinos si no se lo toman en serio», ha aseverado la médico forense Corinne Stern.
Así, explicaron que entre los muertos no hay migrantes, pero alertaron de que el aumento de las temperaturas afecta especialmente a estos grupos vulnerables y ha indicado que esta misma ola de calor ya ha dejado 21 muertos en el norte de México durante la última semana.Está previsto que la ola de calor se expanda hacia el noreste, donde se podrían registrar temperaturas récord durante la próxima semana, con cifras que oscilan entre los 43 y 45ºC.