Desde el inicio del movimiento de protesta en Irán hace casi un mes, decenas de menores murieron en la represión y cientos fueron encarcelados, algunos de los cuales están detenidos en centros de «reeducación», según las autoridades y las ONG.
Irán se ha visto sacudido por protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años fallecida tres días después de ser detenida por la policía de la moral en Teherán, por incumplir el estricto código de vestimenta de la República Islámica para las mujeres, que prevé el uso del velo y ropa discreta.
«Mujer, vida, libertad» o «Muerte al dictador» claman las iraníes, punta de lanza de las manifestaciones en las que participan también numerosos hombres jóvenes, poniendo en peligro sus vidas.
Según la agencia de noticias Human Rights Activists News Agency (HRANA), con sede en Estados Unidos, al menos 26 menores murieron desde mitad de septiembre, tres de ellos de apenas 12 años de edad.
Amnistía Irán menciona en Twitter al menos 23 niños «muertos ilegalmente a manos de las fuerzas de seguridad iraníes». «Las víctimas tienen entre 11 y 17 años», precisa la organización.
Pero el balance podría ser aún más alto, estiman las oenegés.
La Sociedad Iraní para la Protección de los Derechos del Niño informó esta semana de que al menos 28 niños habían muerto debido a la represión, «la mayoría en la provincia de Sistán Baluchistán», en la región sudoriental del país, muy desfavorecida.
La organización, con sede en Irán, indicó además que las familias «ignoraban» la suerte que corrían sus hijos detenidos que, por otra parte, estaban privados de representación jurídica.
Algunos jóvenes están encarcelados en centros para delincuentes drogadictos adultos, alertó Hasan Raisi, abogado iraní de derechos humanos.
Estas informaciones «son muy preocupantes», declaró, subrayando que los jóvenes «de menos de 18 años no deben nunca estar detenidos con delincuentes mayores de 18. Es una obligación legal».
Según este abogado, citado el miércoles por el sitio de noticias Iran Wire, «aproximadamente 300 individuos de entre 12 y 13 años y entre 18 y 19 años se encuentran en detención».
Reeducación en centros médico-psicológicos
UNICEF afirmó el lunes «estar muy preocupado» por los informes de «niños, niñas y adolescentes muertos, heridos y detenidos en Irán».
El ministro de Educación, Yusef Nuri, admitió que se había detenido a estudiantes en la calle o en la escuela.
«No hay muchos. No puedo dar un número exacto», afirmó, según declaraciones publicadas el miércoles por el diario reformista Shargh.
El ministro precisó que esos jóvenes estaban detenidos en «centros médico-psicológicos» donde eran objeto de una «reeducación» para que no se convirtieran en «antisociales».
A pesar de las severas restricciones de acceso a internet impuestas por las autoridades para hacer frente a lo que denominan «disturbios», los jóvenes iraníes han logrado difundir imágenes de las manifestaciones en aplicaciones ultrapopulares como TikTok e Instagram.
En la calle aprendieron a adaptarse, participando en las manifestaciones enmascarados y encapuchados, dejando sus teléfonos en sus casas para no ser localizados y llevando ropa de repuesto en caso de que las fuerzas de seguridad les disparen cartuchos de pintura para poder identificarlos.
Ali Fadavi, comandante adjunto de los Guardianes de la Revolución, el ejército ideológico del régimen, había declarado a principios de octubre a la prensa local que «la edad media de las personas detenidas en muchas de las manifestaciones recientes era de 15 años».
«Algunos adolescentes y adultos jóvenes detenidos compararon los disturbios con videojuegos» en sus «confesiones», dijo, citado por la agencia de prensa Mehr.
El religioso Abulfazl Ahmadi, jefe de una organización provincial vinculada con la policía de la moral, estimó recientemente que los «enemigos» de Irán -término que designa, según las autoridades, las fuerzas en el extranjero como Estados Unidos- habían «apostado» por los adolescentes y que se habían creado videojuegos para «atraer a la juventud a la calle».