México decidió apostar este año por un mundo más inclusivo en la 17ª edición de la Bienal de Arquitectura de Venecia que se inauguró este sábado, con una impactante instalación visual y sensorial.
Dedicada a los «Desplazamientos», el pabellón de México en los espacios del Arsenal, de 45 metros cuadrados, invita a recorrer a oscuras, en solitario, caminos desconocidos creados con 5.000 hilos de plomo durante el cual se escuchan voces, lluvia, insectos, y se entrevén imágenes.
El trayecto genera ese mismo terror que miles de refugiados y desplazados sienten en el mundo durante la travesía hacia una tierra desconocida.
«Queríamos un pabellón que fuera experiencial, algo que no sólo entra por los ojos, sino que también entra con todos los sentidos y con el movimiento del cuerpo. Cuando se mueve uno a través de esos muros hay sensaciones», explicó a la AFP la comisaria Elena Tudela.
Se trata de una reflexión sobre la pregunta que planteó este año la Bienal, «¿Cómo viviremos juntos?», tras la pandemia del coronavirus.
México escogió una reflexión sobre las barreras físicas, como el muro que separa buena parte de su territorio de Estados Unidos.
«Los muros no son completamente impermeables. Las cosas les pasan a través», recalca Tudela, que propone, junto a arquitectos como Fernanda Canales, Sandra Cecilia Calvo Guzmán o el Estudio MMX, una reflexión sobre cómo derribarlos.
El tema de los refugiados, de los conflictos, de las desigualdades, pero también de la convivencia y el diálogo, rondan en la Bienal, en la que participan 112 arquitectos y estudios de 46 países y 63 pabellones nacionales.
- Pabellones vacíos. diálogos QR –
Los muros, o más bien su ausencia, sorprenden en los pabellones vacíos.
Por primera vez en la historia de certamen internacional, espacios históricos, como los de Alemania y Australia, están vacíos. El de China aún no ha podido ser montado por problemas logísticos debido a la pandemia.
Las cinco salas del pabellón de Alemania, en la zona de Jardines, ofrecen sólo un código QR para responder a la pregunta planteada por el comisario de la Bienal, el arquitecto libanés Hashim Sarkis, sobre los modelos de convivencia para el futuro.
El intercambio de ideas, los encuentros, serán digitalizados, dominados por la inteligencia artificial, que los alemanes fechan nada menos que en 2038 con una divertida e irónica presentación virtual.
Francia por su parte invita esta vez, con videos y fotografías proyectados en los muros, a un debate sobre la vida en comunidad en cinco ciudades emblemáticas, entre ellas Burdeos y Soweto.
- La colonización del espacio –
El mundo futuro es también la vida fuera del planeta Tierra y la evolución de la tecnología.
En el Arsenal veneciano se exhiben desde los tres primeros guantes usados por los astronautas hasta la maqueta del primer asentamiento humano en la Luna realizada por el prestigioso estudio de arquitectura SOM (Skidmore, Owings y Merril).
«Tenemos la ambición de realizar estos módulos espaciales concretamente en pocos años», explicó a la AFP el arquitecto Carlo Damiani al ilustrar el proyecto desarrollado en colaboración con la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).
Si el futuro es la colonización del espacio, para otros está dominado por la «Incertidumbre», título del pabellón de España, entre los más complejos.
Vencedores de un concurso público, los jóvenes arquitectos canarios Sofía Piñero, Domingo J. González, Andrzej Gwizdala y Fernando Herrera lanzaron con creatividad una invitación al trabajo colectivo, multidisciplinario, interactivo, con objetos, instrumentos, poesías y juegos.
Una gigantesca nube de hojas de papel con los proyectos de casi 500 arquitectos invita al visitante a navegar entre pasado y futuro.
«Se tienen que escuchar todas las voces. Para vivir juntos, hay que tener en cuenta a todo el mundo. O todos o ninguno», resumió a la AFP Piñero.