Meghan Markle admitió ante la justicia británica que había facilitado información a los autores de una biografía no oficial sobre ella y su marido, el príncipe Enrique, contrariamente a lo que había indicado anteriormente en el juicio contra un diario británico.
La exactriz estadounidense, de 40 años, ganó en febrero su demanda por violación de la privacidad contra el Mail on Sunday.
Le reprocha la publicación de una carta escrita en 2018, en la que pedía a su padre Thomas Markle, de 77 años, que dejara de hacer declaraciones y de mentir en los medios sobre el por qué de la ruptura de la relación entre padre e hija.
El tabloide de gran tirada impugna ahora esta decisión, en un recurso examinado hasta el jueves en Londres.
Las acusaciones de la duquesa de Sussex quedaron debilitadas por el testimonio el miércoles de Jason Knauf, el exsecretario de comunicación de la pareja real, instalada ahora en California.
Apoyando al Mail on Sunday -que quiere demostrar que Meghan Markle buscaba regularmente influir en la opinión pública-, Knauf afirmó haber proporcionado, en nombre de Megan y el príncipe Enrique, informaciones privadas a los autores de la biografía no oficial, «Finding Freedom» («Harry y Meghan, libres»).
Según él, el proyecto de libro era «discutido sistemáticamente y en forma directa con la duquesa, en persona y por correo electrónico».
En un testimonio escrito presentado ante el tribunal, Meghan admitió haber participado en la redacción del libro -lo que ella y su esposo habían negado siempre hasta entonces- y se disculpó por haber inducido a error al tribunal al no especificarlo en primera instancia.
Reconozco que Knauf facilitó información a los autores y que lo hizo a mi leal saber y entender», explica, pero añade que «se desconoce el alcance de la información que compartió (él)».
Pido disculpas a la corte por no haber recordado esos intercambios en ese momento», continúa la duquesa.
Sin embargo, Markle señaló que la información compartida con los autores estaba «muy lejos de la información personal muy detallada» que el Mail on Sunday había publicado.
El príncipe Enrique, de 37 años, sexto en el orden de sucesión a la corona británica, denunció en múltiples ocasiones la presión de los medios de comunicación sobre su esposa y la convirtió en la razón principal de su retirada de la familia real, efectiva desde abril de 2020.