MADRID.
El médico personal de Diego Armando Maradona, Leopoldo Luque, reconoció este martes que el exfutbolista «se puso agresivo» cuando le comunicó que no podía irse a casa tras someterse a una neurocirugía, y admitió que no vería mal en que volviese a su puesto de entrenador de Gimnasia y Esgrima cuando se recupere.
«Yo, como médico y persona, creo que a nadie hay que quitarle el trabajo, y más si le apasiona, si le da una vida, una rutina. Esa es mi sugerencia, pero muchas personas pueden opinar diferente para que Diego no tenga presiones y esté relajado. Y Diego donde menos presiones sufre es en una cancha», dijo el médico acerca de las posibilidades de volver a dirigir que tiene Maradona.
El médico advirtió que «la neurocirugía podría correr riesgo» si el ‘10’ decidía irse a su casa, pero que en la actualidad su estado de salud es «bueno» y que ahora se plantea principalmente que «se le traslade a una casa en Nordelta», un complejo en el que vive Gianinna, una de sus hijas, en la zona del Gran Buenos Aires.
«Cuando en el post operatorio le dije que se tenía que quedar me dijo que no y se puso agresivo. Entonces vimos un cuadro de abstinencia con sudoración y euforia», sentenció Luque en declaraciones a Radio La Red.