Decenas de personas favorables al derecho al aborto se manifestaron el lunes por la noche ante la casa del juez conservador Brett Kavanaugh de la Corte Suprema de Estados Unidos, tras la decisión del órgano de no bloquear una controvertida ley que prohíbe de facto el aborto en Texas.
Unas 60 personas cantaron «Mi cuerpo, mi voto» al dirigirse, en un acomodado barrio de Washington, hacia el domicilio del magistrado, vigilado de cerca por la policía.
«La Corte Suprema socava nuestros derechos y Brett Kavanaugh tiene un importante papel en todo ello», afirmó Sophia Geiger, una manifestante de 18 años.
La alta jurisdicción rehusó bloquear una ley de Texas que prohíbe, desde el 1 de septiembre en este estado, el aborto después de las seis semanas de embarazo -una vez que son detectados los latidos del corazón del embrión-, cuando muchas mujeres ignoran aún su estado.
Originalmente, la Corte Suprema había consagrado el derecho al aborto tras una histórica jurisprudencia en 1973 en el caso conocido como Roe vs. Wade.
Sin embargo, los estados gobernados por republicanos han intentado limitar ese derecho y la propia Corte Suprema ha dado un giro hacia posiciones más conservadoras gracias a nombramientos de magistrados efectuados durante la presidencia de Donald Trump.
El juez Kavanaugh fue uno de los tres jueces conservadores nombrados por Trump en la Corte Suprema, que cuenta con nueve en total.