Legisladores bipartidistas de Estados Unidos, acompañados del embajador Ken Salazar, fueron recibidos este martes por la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro y el titular de la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris), Alejandro Svarch, quienes les explicaron los alcances del nuevo decreto publicado la semana pasada sobre importación de maíz transgénico y el uso de glifosato.
La Sria. Raquel Buenrostro se reunió con legisladores de EU con quienes dialogó sobre la integración económica de Norteamérica y el TMEC. Sobre el nuevo decreto referente a la autorización del maíz transgénico reiteró que todo se hará con bases científicas y certeza jurídica”, refirió la secretaria de Economía.
En tanto, la Cofepris reiteró la disposición de mantener un diálogo constructivo sobre este tema con los representantes norteamericanos.
Como agencia sanitaria nacional afirmamos que la autorización del maíz transgénico se hará con bases científicas y certeza jurídica.”
El pasado 13 de febrero, el gobierno del presidente López Obrador publicó en el Diario Oficial un nuevo decreto que abrogó el de diciembre de 2020, que abre las fronteras comerciales al maíz transgénico para uso de forraje e industrial y lo niega para el consumo humano.
La disposición buscó evitar una nueva disputa comercial con el país vecino, cuyas autoridades habían amagado con llevarla a cabo en el marco del TMEC.
De acuerdo con el decreto más reciente se prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado para la masa y la tortilla. “Lo anterior, no representa afectación alguna al comercio ni a las importaciones, entre otras razones, porque México es de sobra autosuficiente en la producción de maíz blanco libre de transgénicos”, subraya.
En cuanto al uso de maíz genéticamente modificado para el forraje y la industria, agrega, “se elimina la fecha límite para prohibir su uso, quedando sujeto a que exista suficiencia en el abasto”.
Para tal fin “se instalarán mesas de trabajo con el sector privado nacional e internacional para lograr una transición ordenada”.
Por su parte, Cofepris se compromete a realizar investigaciones científicas en torno a los posibles impactos en la salud de las personas del maíz genéticamente modificado. Tales estudios se realizan con agencias sanitarias de otros países.
Con ello, México reitera su compromiso de cumplir el T-MEC, según el cual las decisiones fitosanitarias deben estar basadas en evidencia científica”, añadió.
El grupo de legisladores norteamericanos fue recibido ayer lunes, además por el presidente López Obrador y el canciller Marcelo Ebrard.
