Macron acoge a heredero saudita que aprobó asesinar y desmembrar a periodista

El presidente francés, Emmanuel Macron, recibe este jueves al príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, pese a las críticas de los defensores de derechos humanos por su «rehabilitación» internacional tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi.

La primera gira europea de MBS desde la muerte del periodista llega unas dos semanas después del viaje del presidente estadounidense, Joe Biden, a Arabia Saudita, en plena guerra de Ucrania y alza de los precios de la energía.

El príncipe saudita, que comenzó en Grecia su gira, llegó el miércoles por la noche a París, donde fue recibido por el ministro de Economía, Bruno Le Maire.

La visita de MBS a Francia, o la de Joe Biden a Arabia Saudita, no cambia en nada el hecho de que sea un asesino», dijo a la AFP la exrelatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales Agnès Callamard, que investigó el asesinato de Khashoggi.

El periodista, cronista del The Washington Post y crítico con el poder saudita, murió a manos de agentes sauditas en el consulado del país en Estambul en 2018. Khashoggi fue estrangulado y desmembrado con una sierra.

Una investigación de la ONU lo consideró un «asesinato extrajudicial del que Arabia Saudita es responsable». La inteligencia estadounidense afirmó que Bin Salmán «aprobó» la operación contra Khashoggi, pero Riad lo niega.

El periodista saudita había urgido a devolver al reino su ‘dignidad’ poniendo fin a la ‘cruel’ guerra en Yemen y, además, había denunciada las nuevas oleadas de detenciones» en Arabia Saudita en 2017, tras su ascensión a príncipe heredero, recuerda Reporteros Sin Fronteras (RSF), en un comunicado.

«Doble vara de medir»
Emmanuel Macron, quien se encuentra de visita en África, tiene previsto una «cena de trabajo» el jueves con Bin Salmán (MBS) a las 18H30 GMT en su residencia oficial, el palacio del Elíseo, según un comunicado de la presidencia.

La reunión servirá para abordar el abastecimiento de energía y el control del programa nuclear iraní, el mayor rival regional de Arabia Saudita.

Que lo reciban los líderes mundiales «es aún más chocante, si cabe, ya que muchos de ellos expresaron su condena [del asesinato] y se comprometieron a no integrar a MBS en la comunidad internacional», denunció Callamard, quien habla de una «doble vara de medir».

A pesar del historial de abusos de los derechos humanos de Arabia Saudita, muchas potencias occidentales ven en Riad un socio fundamental para las cuestiones energéticas, de defensa, y por su firme oposición a Irán.

MBS puede contar aparentemente con Emmanuel Macron para rehabilitarlo en la escena internacional a pesar de la atroz muerte del periodista Jamal Khashoggi, la implacable represión de las autoridades sauditas contra cualquier críticas, los crímenes de guerra en Yemen», lamentó en Twitter Bénédicte Jeannerod, de la oenegé Human Rights Watch.

Macron se reunió con Bin Salmán en Arabia Saudita en diciembre de 2021 y, en los últimos días, también recibió en París a dos líderes aliados de Arabia Saudita, el egipcio Abdul Fatah al Sisi y Mohamed bin Zayed, de Emiratos Árabes Unidos.

La alfombra roja extendida para estos dos líderes defraudó a los activistas de derechos humanos, pero el presidente francés viajó a continuación a Guinea-Bisáu, Camerún y Benín, tres países de África que no son vistos como democracias ejemplares.

La guerra en Ucrania ha vuelto a poner a los países productores de energía en el centro del tablero, y lo están aprovechando», afirmó Camille Lons, investigadora del británico International Institute for Strategic Studies (IISS).

Los países occidentales buscan desde el inicio de la ofensiva rusa en Ucrania en febrero que Arabia Saudita, primer exportador de crudo, aumente su producción para aliviar los mercados y limitar la inflación.

Pero Riad se resiste a la presión, evocando los compromisos adquiridos con la Organización de los Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+), que Arabia Saudita y Rusia lideran conjuntamente.

Esto les da una influencia política que usan para reafirmar su importancia en el escenario internacional», añadió Lons, para quien, en este contexto de aumento de precios, «los derechos humanos en Arabia Saudita ya no son realmente la prioridad en la agenda».

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