El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva marcha adelante frente al mandatario Jair Bolsonaro rumbo al balotaje presidencial del domingo 30 en Brasil, según un sondeo divulgado este viernes.
Aun frescos los cuestionamientos a las encuestadoras por subestimar a Bolsonaro en la primera vuelta, Lula tiene 49% de las intenciones de voto de cara al balootaje del 30 de octubre; cinco puntos por encima de mandatario, que suma 44%, de acuerdo al Instituto Datafolha, en su primera encuesta publicada después de los comicios del domingo.
Al considerar solo los votos válidos (sin blancos ni nulos), Lula ganaría la elección con 53% y Bolsonaro quedaría con 47%, según el sondeo entre 2.884 electores, con un margen de error de más o menos dos puntos porcentuales.
Otras encuestadoras publicaron esta semana estimaciones sobre la intención de voto en la segunda vuelta, como Ipec, que ubicó a Lula con 51% contra 43% de Bolsonaro el miércoles último.
Lula, de 76 años, obtuvo en la primera vuelta 48,4% de los votos, frente al 50% y 51% previsto respectivamente por Datafolha e Ipec, dos encuestadoras de reconocida trayectoria en Brasil, que acertaron así sus pronósticos dentro del margen de error para el exmandatario izquierdista.
Sin embargo, no anticiparon el buen resultado del bolsonarismo: con el 100% de los colegios escrutados, el presidente, de 67 años, conquistó el 43,2% de los votos, frente a un máximo de 37% atribuido por las encuestas en los meses previos.
En el último sondeo de Datafolha publicado antes de los comicios, Bolsonaro aparecía con 34%.
La encuesta de este viernes muestra una reducción en la distancia entre los dos candidatos en un balotaje respecto a la última vez que Datafolha consultó sobre ese escenario, en la víspera de los comicios.
En ese momento, Lula obtenía 54% en una todavía eventual segunda vuelta frente a 38% para el mandatario ultraderechista.
Esta semana los analistas barajaban varios motivos que explicarían las discrepancias entre los resultados y sus escenarios: desde posibles problemas de diseño de las encuestas y errores de precisión en la muestra debido a la postergación del censo demográfico de 2020, hasta la migración de votos de último momento.
Tampoco descartan los efectos de los ataques directos a los sondeos lanzados por Bolsonaro, que subraya que lo importante es la temperatura de las calles, que él apoda «DataPueblo».
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente, anunció este lunes que juntará firmas para abrir una comisión parlamentaria que investigue a las empresas de sondeos de opinión por sus errores.