La cumbre del G20 en Roma, la primera presencial desde 2019, abordó durante dos días un abanico de retos, desde el cambio climático hasta la pandemia de coronavirus, pasando por un impuesto de sociedades mundial. A continuación, sus principales acuerdos.
Las 20 naciones más desarrolladas reafirmaron el objetivo del Acuerdo de París: limitar el alza de la temperatura del planeta por debajo de los 2ºC y continuar sus esfuerzos para limitarla a 1,5ºC respecto a los niveles preindustriales.
Pero van un paso más allá: «Mantener [el objetivo de] 1,5ºC al alcance necesitará acciones y compromisos significativos y eficaces de todos los países».
El G20 acordó dejar de subvencionar «a partir de finales de 2021» nuevas centrales térmicas de carbón en el extranjero, aunque no anunció medidas a nivel nacional.
Respecto al plazo para alcanzar la neutralidad de carbono, los líderes aprobaron la referencia «a mediados de siglo o alrededor de esa fecha», un horizonte menos preciso que el año 2050 defendido por Italia.
El G20 «reafirma» también «el compromiso adoptado por los países desarrollados de buscar movilizar juntos 100.000 millones de dólares anuales (…) hasta 2025» para permitir a los países en desarrollo enfrentar el cambio climático.
Pandemia y vacunas
Para contribuir a alcanzar los objetivos mundiales de vacunar al menos el 40% de la población en todos los países para finales de 2021 y el 70% para mediados de 2022″, como recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), el G20 se compromete a adoptar «medidas para ayudar a reforzar el abastecimiento de vacunas» en los países en desarrollo.
Con este fin, este club de países, que incluye entre otros Estados Unidos, India y China, promete «evitar las restricciones a las exportaciones y aumentar la transparencia y la visibilidad en la entrega de vacunas», aunque no precisan plazos.
Recuperación pospandemia
Los dirigentes del G20 se comprometieron a «evitar retirar prematuramente las medidas de apoyo» para «continuar sosteniendo la recuperación», vigilando a su vez la inflación.
Los bancos centrales «actuarán si es necesario para cumplir su misión, que incluye la estabilidad de precios».
Los países del G20 mantendrán su vigilancia «sobre los desafíos mundiales que tienen un impacto en [las] economías, como las perturbaciones en las cadenas de suministro».
Ayudas a los países del desarrollo
Los países del G20 se comprometen a abonar a los países vulnerables 100.000 millones de dólares del monto global de los 650.000 millones de dólares de Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para enfrentar los efectos de la pandemia.
Damos la bienvenida a las promesas recientes por un valor de alrededor de 45.000 millones de dólares como un paso hacia la ambiciosa cantidad de 100.000 millones de dólares en contribuciones voluntarias para los países más necesitados», señalaron los líderes.
Los países del G20, que no se habían puesto de acuerdo hasta ahora sobre un monto a abonar a los países en desarrollo, siguen los pasos de los dirigentes del G7, que ya fijaron como objetivo la cantidad de 100.000 millones de dólares para redistribuir, especialmente a África.
Además, el G20 «saluda los progresos realizados en el marco de la Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda del G20». «Estimaciones preliminares muestran que al menos 12.700 millones de dólares (…) se aplazaron gracias a esta iniciativa entre mayo de 2020 y diciembre de 2021, beneficiando a 50 países», apunta.
El G20 acordó la moratoria del pago de los intereses de la deuda de los países menos desarrollados en abril de 2021 y se ha ido prolongando, actualmente hasta finales de año.
Los mandatarios también apuntaron, en su declaración conjunta, a otra medida para apoyar a los países vulnerables: debatir la política de sobrecargos del FMI, como reclama Argentina.
Sobre el acuerdo de la tributación mínima de las multinacionales, los dirigentes celebraron «un éxito histórico» que servirá para establecer «un sistema fiscal internacional más estable y más justo».