CUBA.
La capital cubana quedará a partir del jueves bajo un nuevo toque de queda nocturno por tiempo indefinido, una medida con la que sus autoridades buscan contener un reciente rebrote de covid-19, informó el miércoles un medio oficial.
La autoridades decidieron «prohibir la movilidad de personas y vehículos en el horario comprendido desde las 07.00 pm hasta las 05.00 am» a partir del jueves, anunció Tribuna de La Habana, el periódico provincial del gobernante Partido Comunista (PCC, único).
El toque de queda, el segundo que se aplica en La Habana desde que comenzó la pandemia en marzo, forma parte de un paquete de 50 medidas aprobadas por el gobierno de la capital para «frenar la propagación de la enfermedad», entre las cuales también se incluyen el cierre de las playas, bares y discotecas, y la paralización del transporte urbano.
Asimismo, se establece la suspensión del «turismo nacional», se limitan los mercados hasta las 16H00 horas, y la presencia de adultos y niños en parques y centros de esparcimiento.
Tribuna de La Habana destacó que los infractores de estas medidas sanitarias se exponen al pago de multas que alcanzan los 3.000 pesos cubanos (125 dólares). En la isla el salario mínimo es de 2.100 pesos cubanos.
Las nuevas medidas fueron anunciadas un día después de que las autoridades declararan el cierre también a partir del jueves de escuelas en 34 municipios del país, entre ellos los 15 de la provincia de La Habana.
La capital ya había aplicado desde el fin de semana pasado restricciones como la suspensión del transporte público por las noches y la paralización de los autobuses que viajan a otras provincias.
Cuba había registrado un bajo índice de contagios, pero tras las celebraciones navideñas y el mayor ingreso de turistas y cubanos que residen en el exterior, los casos subieron de manera acelerada con un récord este miércoles de 550 positivos de covid-19, una situación que las autoridades sanitarias consideran «muy compleja».
Cuba, que reabrió sus fronteras en noviembre tras ocho meses de cierre, volvió a restringir el 1 de enero la entrada a viajeros de Estados Unidos, México, Panamá, República Dominicana, Bahamas y Haití.
Desde que reportó sus primeros tres casos en marzo, la isla acumula 16.044 contagios, 155 fallecidos y 12.478 recuperados, cifras mucho más favorables a las de sus vecinos de la región.