La designación del nuevo secretario académico de la Universidad Veracruzana (UV), carece de toda validez oficial ya que se violentó la ley orgánica y nunca hubo una renuncia oficial por lo que los académicos no tienen porque aceptarla.
En entrevista el investigador y exaspirante a la rectoría Jorge Manzo Denes, señaló que es un total «desacierto», la designación del nuevo secretario académico, además de que contraviene la Ley Orgánica de la UV, ya que, entre otros, viola el límite de edad permitido para ocupar el cargo.
Dio a conocer que fue a través de los medios de comunicación como se filtró la renuncia de Elena Rustrián Portilla, pero ni la Rectoría ni la Junta de Gobierno emitieron un comunicado oficial, «por lo que oficialmente no hay renuncia» y ahora habría dos nombramientos para el mismo puesto.
Señaló que en el comunicado sobre la designación del nuevo secretario académico, Juan Ortiz Escamilla, se hace referencia a varias fracciones y artículos de la Ley de Autonomía y la Ley Orgánica, por ejemplo, el artículo 40 de la Ley Orgánica que dice, en una de sus fracciones, que el designado debe ser menor de 65 años de edad y el doctor Ortíz Escamilla tiene 67.
Manzo Denes agregó que el artículo 4 de la Ley de Autonomía define que la designación se hace a partir de una terna propuesta por el Rector, sin embargo, no se le comunicó a la comunidad académica de la renuncia de Rustrián Portilla y tampoco se les comunicó de la terna.
«¿Por qué?, ¿quiénes la integraron?, ¿por qué la opacidad?», cuestionó.
Expresó que como investigador le tocó ver directamente el desempeño del nuevo secretario académico y sostuvo que en su investidura como director de Investigaciones fue de «bajos logros».
«Vaya, ni siquiera se presentó este año ante los investigadores como el nuevo director de Investigaciones, nunca supimos que ahí estaba. Solicito a la Junta de Gobierno que nos haga un informe de trabajo de este año del Dr. Ortíz Escamilla al frente de la dirección general de Investigaciones, sólo así sabremos si de verdad tenía los méritos para estar en una terna (si es que la hubo) y si tiene competencias para un puesto tan crucial para la universidad como lo es la Secretaría Académica», acusó.
Indicó que si bien el nombramiento ya se hizo y no queda más que aceptarlo, no lo considera así y citó como ejemplo las manifestaciones estudiantiles de los últimos días que les han «enseñado» que las cosas pueden cambiar.
Finalmente cabe señalar que el nuevo secretario académico es doctor en Historia por El Colegio de México e investigador de la UV desde 1997; ha sido director del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, además de ser profesor con perfil PROMEP desde julio de 2003.