En Filipinas al menos 42 personas murieron entre jueves y viernes por las inundaciones y desprendimientos de tierra provocadas por fuertes lluvias en el sur del país, cuya población se prepara para la llegada de una tormenta tropical el domingo.
Las inundaciones afectan varias ciudades y pueblos de la isla de Mindanao desde el jueves, según el portavoz y jefe de la defensa civil local, Naguib Sinarimbo. «El agua comenzó a entrar en las casas antes del amanecer», contó a la AFP.
El funcionario precisó este viernes que los rescatistas recuperaron 27 cuerpos en la población de Datu Odin Sinsuat -incluyendo 11 de una aldea montañosa-, 10 en Datu Blah Sinsuat y cinco en la ciudad de Upi. Un balance anterior daba cuenta de 31 muertos.
Sinarimbo relató que varias personas fueron rescatadas tras lograr subir a los tejados de sus casas.
Equipos de emergencia y unidades militares están patrullando otras áreas donde se produjeron inundaciones y desprendimientos de tierra.
Las fuertes lluvias empezaron el jueves por la noche en esta empobrecida región bajo autogobierno musulmán después de décadas de rebelión separatista armada.
La tormenta desató inundaciones repentinas que arrastraron árboles, rocas y barro durante la noche en comunidades principalmente rurales alrededor de Cotabato, una ciudad de 300 mil personas en la isla de Mindanao.
Según los servicios meteorológicos en Manila, estos fenómenos fueron en buena parte causados por la aproximación de la tormenta tropical Nalgae, situada más al noreste y que debe llegar al archipiélago durante el fin de semana.
El servicio meteorológico estatal no descarta que toque tierra en la isla de Sámar este viernes, mucho antes de lo previsto.
Cerca de 5 mil personas fueron evacuadas de las comunidades propensas a inundaciones y deslizamientos de tierra, dijo la oficina de defensa civil.
«Fue un shock»
Remar Pablo, un cineasta local, relató a la AFP que estaba filmando un concurso de belleza en la ciudad de Upi cuando se produjeron repentinas inundaciones después de la medianoche que obligaron al público a huir por seguridad.
Una hilera de autos quedó medio sumergida, mostraron sus grabaciones en la calle. «Estábamos varados dentro», dijo Pablo, quien finalmente se metió en el agua para llegar a casa.
Las inundaciones han retrocedido en varias áreas, pero la mayor parte de la ciudad de Cotabato permanecía bajo el agua.
Sinarimbo dijo que esperan más inundaciones este viernes debido a que las lluvias no cesan. «Nuestro enfoque en este momento es el rescate, así como la creación de cocinas comunitarias para los sobrevivientes», dijo.
El ejército desplegó camiones para transportar a los pobladores varados en Cotabato y ocho pueblos vecinos, agregó el jefe provincial de la defensa civil, Nasrulá Imam.
«Fue un ‘shock’ ver que localidades que nunca habían sido inundadas fueron afectadas esta vez», dijo Imam.
Un promedio de 20 tifones y tormentas azotan Filipinas cada año matando a personas y ganado y destruyendo granjas, casas, carreteras y puentes, aunque el sur rara vez se ve afectado.
Los científicos han advertido que las tormentas se están volviendo más poderosas a medida que el planeta se calienta debido al cambio climático.