María de los Ángeles Navas Páez descargó su irá contra sus tres hijos. Vivían un infierno. En especial su pequeña de seis años, a quien constantemente le hacía notar su desamor y le gritaba que era “un error” y que “no la sentía como su hija”.
La inestabilidad de la mujer de 27 años la llevaba a castigarlos constantemente: golpes, insultos, era lo que recibían los tres pequeños. Les limitaba el alimento, incluso, mientras ella y su pareja comían, sus hijos observaban.
El hambre dominó a la pequeña de seis años, se comió parte de la porción de unos de sus hermanos. María de los Ángeles enfureció y le sujetó las manos.
Parecía que eso sería todo, pero esta mujer tomó a la pequeña y colocó sus manos sobre la hornilla encendida de la estufa.
Los gritos alertaron a los vecinos, quienes denunciaron los hechos a través de una llamada anónima. “Una hiena está matando a uno de sus hijos. Vengan pronto o será demasiado tarde”, reportó una persona a la Policía del Municipio San Francisco.
Una patrulla con policías se dirigió al Kilómetro 23, Granja, parroquia y municipio La Cañada de Urdaneta, estado Zulia, Venezuela.
María de los Ángeles Navas Páez estaba amenazando a su hija: “Cállate o te vuelvo a poner las manos en la estufa”.
Según contó la pequeña, su madre le pegaba. Las huellas de las golpizas aún estaban en su cuerpo, de acuerdo a la revisión médica.
Además, dijo que cuando su madre le quemó las manos estaba su padre, Juan Carlos Machado Machado, y “no hizo nada”.
El director del Cicpc, Douglas Rico, dijo que el caso fue turnado a la Fiscalía 33º del Ministerio Público; mientras que los tres pequeños quedarán bajo el resguardo del Consejo de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes.