Un esqueleto descubierto en la antigua ciudad romana de Herculano, destruida como la vecina Pompeya por la erupción del monte Vesubio hace 2.000 años, puede ofrecer nueva información sobre ese desastre, dijo el viernes un experto italiano.
Los restos, presuntamente de un hombre de 40-45 años, fueron hallados bajo metros de roca volcánica, casi donde antaño estaba la línea de mar de Herculano antes de la explosión del Vesubio en el año 79 D.C.
El cadáver se encontraba boca abajo, mirando hacia tierra y probablemente vio la muerte enfrente suyo, sorprendido por la lava fundida que enterró la ciudad, dijo el director del parque arqueológico de Herculano a la agencia italiana ANSA.
Podría haber sido un socorrista», sugirió Francesco Sirano.
Cuando el Vesubio entró en erupción, una flota naval comandada por el escritor y militar Plinio el Viejo acudió al rescate. Aunque él muriera en la orilla, se cree que los marinos consiguieron evacuar a cientos de supervivientes.
El esqueleto también podría pertenecer «a uno de los fugitivos» que trataba de llegar a los botes de rescate. «Puede que fuera el último y desafortunado de un grupo que consiguió escapar», dijo Sirano.
El esqueleto estaba cubierto por restos de madera carbonizada, incluida una viga que podría haber impactado en su cabeza. Sus huesos presentaban un color rojo brillante, probablemente marcas de sangre de cuando la víctima fue absorbida por la lava.
Los arqueólogos también encontraron restos de tejidos y objetos metálicos, puede que de objetos personales como una bolsa, herramientas de trabajo, un arma o monedas, especuló el director del parque arqueológico.
Se han encontrado otros restos humanos en las pasadas décadas en esa zona, incluida una calavera que algunos atribuyen a Plinio, pero este último descubrimiento puede ser investigado con técnicas más modernas.
Hoy tenemos la posibilidad de entender más», dijo Sirano.
Los investigadores opinan que las temperaturas en Herculano alcanzaron los 500 grados, suficiente para vaporizar tejidos blandos. En un fenómeno que todavía no se entiende bien, las temperaturas cayeron seguidamente en picado y permitieron conservar en buen estado los restos.
Más pequeña y menos conocida que Pompeya, Herculano era una ciudad más rica y con una arquitectura más exquisita.