La Fiscalía de Madrid anunció el jueves que había solicitado el archivo de una acusación de corrupción contra la esposa del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que le llevó a anunciar que está considerando dimitir. La autoridad dijo que estaba apelando la decisión del miércoles de un tribunal de Madrid de examinar una denuncia privada presentada por activistas anticorrupción contra Begoña Gómez por presunto tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
El grupo español de lucha contra la corrupción que está detrás de la denuncia, Manos Limpias, dijo anteriormente que había basado su demanda en artículos de medios de comunicación y que no podía garantizar su veracidad. Su director, Miguel Bernad, afirmó en un comunicado en Facebook que el grupo se había limitado a recopilar y remitir las publicaciones a un juez por «deber cívico» y negó que la acción tuviera motivaciones políticas.
Sánchez, que el año pasado consiguió un nuevo mandato para su Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como líder de un Gobierno de coalición en minoría, publicó el miércoles una inusual carta a los ciudadanos en la que decía que se tomaba un receso de cinco días de sus obligaciones públicas y que anunciaría su decisión de permanecer o dimitir el 29 de abril.
Achacó la decisión a lo que calificó de «una operación de acoso y derribo» por parte de la derecha y la extrema derecha. En su carta, Sánchez negaba enérgicamente las acusaciones contra su esposa. Gómez no las ha abordado en público.
Bernad, que en los años ochenta se presentó a dos elecciones europeas como candidato del ultraderechista Frente Nacional, afirmó en su declaración del jueves que la demanda no era política, sino que se basaba «únicamente en informaciones periodísticas».
Manos Limpias había decidido pedir al tribunal que iniciara una investigación sobre los negocios de Gómez después de que la Fiscalía no hubiera actuado de oficio y el juez instructor decidiría si las informaciones periodísticas eran ciertas o no, dijo. El juez que lleva el caso, Juan Carlos Peinado, dijo el miércoles que abriría una causa preliminar para investigar si Gómez había incurrido en tráfico de influencias y corrupción en los negocios.
Altos cargos del PSOE cerraron filas en torno a Sánchez, calificando el clima político de «tóxico» y la denuncia de Manos Limpias de falsa. La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dijo que esperaba que anunciara la próxima semana que seguiría en el cargo «porque le necesitamos».
Una eventual dimisión supondría la votación de un nuevo candidato en el Congreso de los Diputados o unas elecciones anticipadas durante el verano boreal. Sánchez también podría someterse a una moción de confianza para reforzar su liderazgo. El juez Peinado ha citado a declarar como testigos en la investigación a dos directores de diarios digitales, dijo a Reuters una fuente judicial.
No está claro si Bergoña Gómez será nombrada formalmente sospechosa en la investigación, que aún se encuentra en una fase inicial y bajo secreto y ahora está pendiente del recurso de la Fiscalía.