Amplias zonas del estado de California, en el oeste de Estados Unidos, quedaron inundadas el lunes y cientos de miles de personas se quedaron sin electricidad luego de que una tormenta provocara fuertes lluvias y obligara a las autoridades a decretar el estado de emergencia.
«Esta es una tormenta grave con impactos peligrosos y potencialmente mortales», aseguró el gobernador, Gavin Newsom, al declarar el estado de emergencia para ocho condados del sur de California.
Las áreas afectadas incluyen Los Ángeles, los condados de Orange, Riverside, San Bernardino, San Diego y Santa Bárbara.
Según el rastreador de suministro eléctrico PowerOutage.us, unos 700,000 clientes se quedaron sin electricidad la madrugada del lunes.
Por su parte, el sitio aeronáutico Flightaware.com, indicó que decenas de vuelos dentro y fuera del aeropuerto de Los Ángeles tuvieron retrasos o fueron cancelados.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) había emitido anteriormente una advertencia de que «un fuerte sistema de tormentas en el Pacífico traería inundaciones peligrosas e impactantes, fuertes nevadas, vientos fuertes, inundaciones costeras y fuertes olas a California».
Las fuertes lluvias traerán consigo la amenaza de inundaciones repentinas, urbanas y fluviales potencialmente mortales, así como flujos de escombros y deslizamientos de tierra», indicó la entidad.
La tormenta, con ráfagas de 96 km por hora o más, es parte del denominado «Pineapple Express» (Expreso Piña), un fenómeno climático que nace en el archipiélago de Hawái cerca de donde llega la humedad tropical.
El NWS la describió como «la tormenta más grande de la temporada».