El Festival de Cannes abre la carrera por la Palma de Oro este miércoles con la película «La mujer de Chaikovski», del cineasta ruso Kirill Serebrennikov, crítico con su gobierno, y en la alfombra roja Tom Cruise traerá el glamur con su nuevo «Top Gun».
El filme del cineasta ruso, sobre la tumultuosa relación entre el famoso compositor y su mujer Antonina Miliukova, lanza el pistoletazo de salida de la competición de los 21 largometrajes de este año.
Ya en liza el año pasado con «La fiebre de Petrov» y con «Leto» en 2018, el director, conocido por sus posiciones en favor de la comunidad LGTB+, no pudo viajar a Cannes en esos años por estar condenado por desvío de dinero, en un caso denunciado como una maniobra política por sus defensores.
Esta vez sí podrá subir la famosa escalinata del Palacio de Festivales y asistir a la proyección de gala de «La mujer de Chaikovski», sobre el autor de «El lago de los cisnes» y cuya vida privada «los rusos ignoran totalmente», según dijo a la AFP recientemente en una entrevista en Berlín, donde está ahora instalado.
Serebrennikov, de madre ucraniana, contó a la AFP el «horror, la tristeza, la vergüenza, el dolor» que sentía ante la invasión rusa de Ucrania.
Desde el inicio de la ofensiva rusa, a finales de febrero, los organizadores del certamen ya se posicionaron y anunciaron que no recibirían a «representantes oficiales rusos, instancias gubernamentales o periodistas que representen la línea oficial».
La intervención por videoconferencia del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, el martes en la gala inaugural para pedir el apoyo del mundo del cine confirmó el tono político de esta edición del certamen.
- «Un nuevo Chaplin» –
Necesitamos a un nuevo (Charlie) Chaplin que demuestre que el cine no está mudo», dijo Zelenski ante un auditorio repleto de estrellas.
El festival también ha decidido programar a varios directores ucranianos, como el veterano Sergei Loznitsa y el director novel Maksim Nakonechnyi. Y el filme «Mariupolis 2», del lituano Mantas Kvedaravicius, fallecido en abril en esta ciudad ucraniana, cuyas imágenes pudieron ser montadas por su novia.
A propósito del conflicto en la ex república soviética, el presidente del jurado del certamen, el actor francés Vincent Lindon, dijo el martes en la tradicional rueda de prensa que esperaba que el ambiente «sea digno, respetuoso (…) aunque sea sólo como homenaje a los que viven días mucho más complicados que nosotros».
La otra película en competición presentada este miércoles será «Le otto montagne», de los belgas Felix Van Groeningen y Charlotte Vandermeersch, sobre la amistad de dos chicos, uno que vive en la ciudad y el otro en la montaña.
Pero, sin duda, el momento más esperado de la jornada será por la tarde, con Tom Cruise y su «Top Gun: Maverick».
La llegada a la alfombra roja de la gran estrella de Hollywood, de 59 años, promete ser espectacular. La Patrulla de Francia, que realiza las acrobacias aéreas en la fiesta nacional, sobrevolará la Croisette durante la gala. Cruise, que visitó el grupo por la mañana, «ha inspirado a una generación de pilotos», tuiteó la patrulla, junto a una imagen con el actor.
Cruise, que la última vez que estuvo en Cannes fue en 1992 para el estreno de «Un horizonte muy lejano» con su entonces esposa Nicole Kidman, vuelve ahora en la piel del veterano aviador, que tiene que entrenar a un grupo de graduados para una misión muy peligrosa.
A diferencia de otros grandes nombres de Hollywood, como Kevin Costner, Mel Gibson o Bruce Willis, el intérprete ha conseguido mantenerse en lo alto de la industria durante gran parte de sus 40 años de carrera, incluso ahora que los superhéroes dominan el sector.
Con su presencia en Cannes, el certamen sigue con su tradición de traer a las máximas estrellas del séptimo arte a su alfombre roja, por la que han pasado recientemente Brad Pitt, Leonardo Di Caprio o Cate Blanchett.