El papa Francisco hizo este domingo un llamado para poner fin a la práctica de devolver a los migrantes rescatados en el mar a Libia y otros países inseguros donde sufren “violencia inhumana”, y pidió a la comunidad internacional que encuentre formas concretas de gestionar los flujos migratorios en el Mar Mediterráneo.
«Expreso mi cercanía a los miles de migrantes, refugiados y otras personas que necesitan protección en Libia”, dijo Francisco al público reunido en la Plaza de San Pedro.
El pontífice aseguró que nunca los olvida y que escucha su llanto y reza por ellos.
Muchos de estos hombres, mujeres y niños están sujetos a violencia inhumana”, denunció.
Francisco exhortó a la comunidad internacional a que cumpla las promesas de buscar soluciones comunes, concretas y duraderas para gestionar los flujos migratorios en Libia y todo el Mediterráneo.
Necesitamos dejar de enviar (migrantes) de regreso a países inseguros y dar prioridad a la salvación de vidas humanas en el mar con protocolos regulares de rescate y desembarco, para garantizarles condiciones de vida dignas, alternativas a la detención, trayectorias regulares de migración y acceso a los procedimientos de asilo”, señaló Francisco.
Defensores de los derechos humanos han criticado a Italia y Malta por dejar a los migrantes a bordo de botes de rescate abarrotados antes de asignarles un puerto seguro.
Representantes de la agencia de la ONU para los refugiados y de organizaciones de derechos humanos han denunciado durante mucho tiempo las condiciones de los centros de detención para migrantes en Libia, citando prácticas de golpizas, violaciones y formas de tortura y alimentación insuficiente.