Unas gafas rotas, un peluche mugriento y zapatillas manchadas de sangre son algunos de los objetos recuperados tras la letal estampida de Halloween ocurrida en Seúl el sábado por la noche, y que constituyen un doloroso recuerdo de la joven edad de las víctimas.
Más de 150 personas, en su mayoría jóvenes veinteañeros que estaban de fiesta, murieron disfrazados durante los primeros festejos de Halloween organizados en la capital surcoreana desde el comienzo de la pandemia.
En el bullicioso barrio de Itaewon, donde tuvo lugar la tragedia, la policía recogió casi una tonelada y media de objetos perdidos durante la estampida. Las familias, que esta semana están enterrando a sus muertos, pueden pasar a buscarlos en un gimnasio que antes se había utilizado para reunir los cuerpos.
Ahora, el recinto está ocupado por hileras de efectos personales, cuidadosamente dispuestos y clasificados de forma individual.
La mayoría de las víctimas perdieron la vida en un estrecho callejón. Varios testigos contaron que, en ausencia de policía o personal que controlara la afluencia, los allí congregados, desorientados, se fueron amontonando, dándose empujones y sin darse cuenta de que algunos se habían caído y yacían en el suelo. Una situación caótica en la que muchos se vieron atrapados, pisoteados o aplastados hasta morir.
Los equipos de rescate llegaron al lugar y empezaron a sacar víctimas de entre la muchedumbre, en una frenética labor que dejó tras de sí zapatos perdidos y pedazos de ropa, de prendas que habían sido rasgadas para realizar las técnicas de reanimación.
En el gimnasio, la policía ha almacenado 260 prendas de ropa, incluyendo retales de disfraces de Halloween, y 256 pares de zapatos. Muchos objetos están sucios, a veces de sangre.
Un hombre, visiblemente conmocionado, abraza con fuerza una prenda contra su pecho, mientras observa con atención varias de las reliquias encontradas en Itaewon: fotos que sus dueños solían llevar en la billetera, pasaportes y hasta una peluca de Halloween.
Hay familias que han venido y se han ido llorando» con los objetos personales de sus parientes, cuenta a la AFP un policía desplegado en el gimnasio.
Las autoridades también han recuperado casi 160 aparatos electrónicos, como audífonos AirPods (una veintena) y numerosos relojes conectados.
Todos los objetos fueron etiquetados, pero solo algunos llevan el nombre de su antiguo propietario.
Hemos reunido tantos objetos como hemos podido por si pertenecieran a las víctimas», cuenta el policía de Seúl Jang Young-sik a la AFP.
Al menos 26 de las víctimas eran extranjeras, de países como Irán, Estados Unidos o Francia.
Entre los objetos perdidos, hay una traducción al ruso de las «Aventuras de Sherlock Holmes». La embajada de Rusia en Corea del Sur indicó que tres ciudadanas rusas habían muerto en la estampida.
La mayor parte de las víctimas eran veinteañeras y estaban de fiesta con amigos.
«De junio a noviembre, clase a las 9H00», reza un ‘post-it’ que estaba entre las páginas arrugadas de un cuaderno, manchado con la marca de una pisada.