Desde Texas hasta Centroamérica, los ciudadanos enfrentan el efecto de un fenómeno conocido como domo de calor.
Más de 38 millones de estadunidenses estaban bajo avisos, alertas y advertencias de calor extremo, según el Sistema Nacional Integrado de Información Sanitaria sobre el Calor.
En Texas, la temperatura máxima es de 37 grados. De igual manera, el sur de California se mantiene en alerta por calor.
El fenómeno conocido como domo de calor ocurre en un área geográfica, se encuentra bajo un sistema de alta presión atmosférico estacionario.
El aire caliente se va acumulando en la atmósfera provocando una cúpula o domo que afecta a una región.
Los domos de calor causan que el ambiente sea seco y por esto muchas veces no permite el paso de la lluvia para mitigar dicho calor.
El domo de calor y la onda son cosas distintas.
Una cúpula de calor es un sistema de alta presión atmosférica estacionario que tiene temperaturas persistentes, mientras que la ola de calor dura cierto periodo una vez al año y las temperaturas son mucho más altas de lo normal.
Científicos, citados por la cadena británica BBC, afirmaron que el fenómeno es provocado por un cambio brusco en las temperaturas del océano.
Precisaron que el aumento en la frecuencia, duración e intensidad de estos eventos en las últimas décadas está relacionado con el cambio climático.
La cúpula de calor puede causar afectaciones a la salud humana, la agricultura, ecosistemas e infraestructura, pues las altas temperaturas que estos presentan provocan insolación, sequías, incendios forestales y demás problemas que están relacionados con el calor extremo.
Mayor mortalidad en países pobres, advierten
El calentamiento global provocado por los países ricos hará que la mortalidad de los países pobres se dispare, advirtió la francesa Esther Duflo, Premio Nobel de Economía.
Podemos preguntarnos cuál será el efecto del cambio climático en la mortalidad de los países más pobres. Y la forma de resumirlo es que causará 73 muertes por cada 100 mil personas más” a finales de siglo, dijo en París la economista especializada en cuestiones de pobreza.
Puede parecer una cifra abstracta, pero lo que la hace muy concreta es que es el equivalente a todas las muertes por enfermedades infecciosas en la actualidad”, añade, recordando que los países pobres ya se encuentran en las zonas más cálidas del planeta, como el Sahel, en África.
Cada tonelada de carbono que lanzamos a la atmósfera cuesta vidas humanas”, afirmó la profesora que imparte la materia Pobreza y Políticas Públicas en el Collège de France y también es docente en el Massachusetts Institute of Technology (MIT).
