La activista climática Greta Thunberg fue detenida por la policía en Londres el martes después de que se dirigiera a los manifestantes en una manifestación contra las compañías de petróleo y gas en el centro de la ciudad, el Energy Intelligence Forum.
Thunberg, que se convirtió en el rostro de los jóvenes activistas climáticos en todo el mundo después de realizar protestas semanales frente al parlamento sueco en 2018, este año ha sido detenida por la policía o expulsada de las protestas en Suecia, Noruega y Alemania.
Las imágenes de vídeo mostraron a Thunberg, con una placa con el lema «Oily Money Out» (Fuera el dinero aceitoso), parada tranquilamente mientras dos agentes de policía le hablaban. Uno fue visto sosteniendo su brazo. La Policía Metropolitana de Londres no proporcionó inmediatamente una declaración cuando fue contactada.
Greta fue detenida a primera hora de la tarde por dos agentes e introducida en una furgoneta. La policía ya había anunciado en la red social X (antes Twitter), la detención de cinco manifestantes acusados de «haber obstruido» la vía pública.
Por la mañana, Greta Thunberg había criticado que «detrás de estas puertas cerradas (…), políticos sin talla concluyen acuerdos y compromisos con gente del lobby del destructivo sector de los combustibles fósiles», durante una conferencia de prensa.
El grupo ambientalista Greenpeace dijo que dos de sus activistas escalaron el Hotel Intercontinental en Mayfair y desplegaron una pancarta gigante sobre su entrada que decía «Hagamos que las grandes petroleras paguen» en protesta por una reunión de líderes de petróleo y gas que tuvo lugar dentro del edificio, incluido el director ejecutivo de Shell, Wael Sawan.
El grupo dijo que cientos de manifestantes se habían reunido frente al lugar para protestar contra la influencia de la industria de los combustibles fósiles en la política climática global y del Reino Unido, bloqueando las entradas e impidiendo la entrada de los delegados.
«Tengo seis nietos. Tengo pesadillas pensando en el futuro que tendrán», señaló Dora Marden, una londinense jubilada de 75 años.
Para la ONG ecologista Fossil Free London, que organizaba la manifestación, «la gran mayoría» de los beneficios récord registrados el año pasado por las empresas del sector «es directamente reinvertida en la expansión de las energías fósiles, y no en la energía verde que afirman pretender apoyar».
En este sentido, el patrón de la empresa saudita Aramco, Amin Nasser, señaló de nuevo el martes, al inicio de la conferencia, que «nuevas inversiones» en los hidrocarburos son necesarios para contrarrestar el declive de los yacimientos petrolíferos envejecidos.
Los militantes denunciaron también el hecho de que el presidente de la COP28, conferencia anual de las Naciones Unidas (ONU) sobre el clima, prevista del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubai, sea el patrón de la compañía petrolera de Emiratos Árabes Unidos, Sultan al-Jaber.
Con información de AFP | dmr