Ni los constantes números de contagios por coronavirus, las historias sobre los riesgos de infección o el llamado insisten a usar cubrebocas y sana distancia le generaron conciencia a 401 universitarios que, pese a todo el panorama mundial por el covid-19, decidieron participar en una masiva fiesta que culminó con la llegada de las autoridades y el retiro de todos los asistentes al evento en España.
Los organizadores tenían todo preparado: desde el traslado en autobuses a camareros y bartenders que estaban sirviendo los tragos a los centenares de estudiantes que llegaron desde la capital de Madrid a una finca situada en Ciempozuelos.
Fue la Guardia Civil de España la que acudió a ese lugar, donde vieron que ocho autobuses estaban estacionados. Los mismos conductores les corroboraron que se estaba realizando una fiesta, lo cual motivó el despliegue de seguridad.
Las autoridades se percataron que el masivo evento se estaba haciendo además sin respetar ninguna de las normas básicas ante la pandemia del coronavirus, lo cual motivó a desalojar a todos los participantes que estaban en la finca.
Según informa La Vanguardia, tanto el promotor de la fiesta como el propietario de la finca están siendo investigados por las autoridades, mientras que los 401 asistentes serán sancionados.
El mismo medio revela que cada uno de los jóvenes tuvo que pagar 40 euros (alrededor de 970 pesos) para asistir al evento todo incluido, sin saber si también iban a contar con la sorpresiva visita que les hicieron los policías.