CIUDAD DE MÉXICO.- En redes sociales una joven denunció ser víctima de una presunta estafa en un restaurante ubicado en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
La joven identificada con el usuario @breenromero de TikTok narró a través de varios videos la anécdota que vivió en un restaurante con razón social La Corregidora que cuenta con terraza y está ubicado en la calle Monte de Piedad, muy cerca del Zócalo.
Señaló que ella y su novio celebrarían su aniversario y decidieron salir a comer. Cuando llegaron a la zona una empleada los abordó y les ofreció cocteles de cortesía, por lo que aceptaron entrar al establecimiento “pequeño, pero bonito”.
Ya estando en el lugar, los meseros les sirvieron dos bebidas con alcohol que no les gustaron y decidieron dejarlas, sin embargo, les insistieron en diversas ocasiones que se sentaran en una de las mesas de la terraza, por lo que los jóvenes comenzaron a sospechar.
En ese momento, uno de los meseros llegó para preguntar qué iban a ordenar, pero su novio tenía antojo de pozole (pues abajo les habían dicho que sí tenían), pero el mesero explicó que sólo era los jueves.
Ante ello, los jóvenes decidieron salir del establecimiento, sin embargo, el mesero los detuvo para llamar a otro de sus compañeros que les insistió en que no se fueran, pues les prepararían el pozole, por lo que se quedaron “más que de ganas, nos quedamos a la fuerza, por que nos sentimos comprometidos”.
La joven explicó que los meseros tardaron mucho tiempo en llevarles la comida y en ese tiempo presenciaron la discusión de una pareja con los meseros, lo que se les hizo raro, pero continuaron esperando hasta que les llevaron los alimentos que tampoco fueron de su agrado.
Al terminar, solicitaron la cuenta. “Nosotros teníamos un estimado de 340 pesos, haciendo la cuenta más el IVA por que todavía no lo aplicaban y cuál es la sorpresa que cuando abrimos la carpeta vimos que decía mil 33 pesos, con una letra poco entendible en el desglose”.
La pareja debía pagar por el consumo de las bebidas alcohólicas, el uso de la terraza, el IVA, el servicio del mesero y un impuesto adicional por ser zona turística.
La situación generó conflicto entre la pareja y los meseros, por lo que tuvieron que llamar a la policía cada uno por su parte, aunque mientras esperaban los rodearon varios hombres, pero los policías llegaron a tiempo.
Más tarde, los uniformados lograron convencer al encargado de llegar a un acuerdo y pagaron lo que les pareció “justo”, aunque los uniformados les advirtieron que “cada que los inviten a los lugares a subir, nunca accedan porque siempre salen con alguna tranza”.