Un mosaico bizantino ornamentado con una amplia variedad de pájaros coloridos y otros animales, fue descubierto en Gaza, de manera fortuita, luego de que un granjero palestino intentara sembrar algunos árboles. Pasadas algunas semanas se pregunto por qué no crecían, si, en teoría, la tierra era apta.
Al escarbar, sin embargo, logró el interesante hallazgo.
Según medios locales, Salman al-Nabahin fue quien desenterró la pieza hace algunos meses en su olivar en el campo de refugiados de Bureij.