Joe Biden pedirá este viernes a sus vecinos de América Latina compartir la responsabilidad en las tareas para contener la creciente migración en el continente, en el último día de una Cumbre de las Américas empañada por tensiones diplomáticas.
Según informó la Casa Blanca a través de una funcionaria, el mandatario de Estados Unidos «está pidiendo a todos los gobiernos a lo largo de la ruta migratoria que establezcan o fortalezcan el proceso de asilo en sus respectivos países».
También que «refuercen sus fronteras de manera más efectiva, realizando controles y expulsando a las personas que no son elegibles para el asilo», dijo la funcionaria, quien pidió no ser identificada.
La Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección se centra en compartir la responsabilidad y el apoyo económico entre los países que se han visto más afectados por los flujos de refugiados y migratorios», comentó.
Unos 7 mil 500 migrantes irregulares intentan cruzar a diario la frontera entre Estados Unidos y México, en su mayoría provenientes de los países centroamericanos, pero también de Haití, Venezuela y Cuba.
El fenómeno migratorio ha ido en incremento desde 2018 y se recrudeció con la pandemia. Las personas aseguran huir de la pobreza y la violencia.
La funcionaria dijo que «no esperan que todos los países firmen» el acuerdo, pero que priorizarán por «aquellos más afectados por la migración y los flujos de refugiados».
El presidente demócrata intenta resolver la crisis migratoria que podría costarle el control del Congreso durante los comicios de noviembre.
Cada uno de nuestros países se ha visto impactado por la migración, y creo que es nuestra responsabilidad compartida abordar este desafío», dijo Biden el jueves durante una plenaria.
La oposición republicana lo acusa de laxitud, mientras que en la izquierda se le critica por no haber puesto en marcha, como había prometido, una política migratoria más humana que la de su predecesor Donald Trump.
El anuncio de la firma coincide con la ausencia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, un socio clave en el asunto, en la reunión de Los Ángeles.
Su ausencia se debe a que Estados Unidos excluyó a los dirigentes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, al considerar que no respetan la democracia ni los derechos humanos.
Otros líderes hicieron el mismo reproche, verbalmente, al presidente estadounidense durante una asamblea plenaria el jueves, entre ellos el de Argentina, Alberto Fernández.