Javier Laertes/
En lo que va del presente año siete sacerdotes de la Arquidiócesis de Xalapa fallecieron, algunos por enfermedad y la mayoría a consecuencia del COVID-19 por lo que este día de “Todos los Santos” la iglesia los recuerda.
El Vocero de la Arquidiócesis de Xalapa José Manuel Suazo Reyes resaltó la labor de estos siervos de Dios, quienes consagraron su vida al servicio de los fieles durante su vida religiosa, por ello este dos de noviembre la Iglesia conmemora a todos los fieles difuntos.
Se trata de los sacerdotes Vicente Condado Sánchez, Juan Francisco Díaz Díaz, Álvaro Fernández Ávila, Gilberto Suárez Rebolledo, Gabriel Magaña Santoyo, Javier Fontaine Velázquez y José de Jesús López Alarcón.
“Oramos por los difuntos porque delante de Dios, ellos están vivos. Como dice el mismo evangelio Dios es un Dios de vivos, no de muertos (Cfr Lc 20, 38). Por esta razón el lugar donde se sepulta a los difuntos se llama campo santo o cementerio. La palabra cementerio significa dormitorio. El cementerio es el lugar donde se duerme esperando despertar en la resurrección”.
Este dos de noviembre, recordamos a todos nuestros difuntos, de manera especial a todas las víctimas de la violencia, así como a todas las víctimas del COVID-19. La muerte ha hecho estragos en las familias mexicanas, ha traído luto y dolor en los hogares.
“Junto con toda la Iglesia ofrecemos nuestras oraciones por todos los difuntos; pedimos para que Dios tenga misericordia de ellos y los lleve a gozar del cielo; estas oraciones nos recuerdan además que un día también nosotros vamos a morir y necesitaremos también que otros oren por nosotros. Por eso, con toda la Iglesia decimos, que las almas de nuestros fieles difuntos, por la misericordia de Dios manifestada en la pasión y muerte de Cristo, descansen en paz”.