El Parlamento de Polonia abre este jueves el debate para liberalizar la ley del aborto en este país de mayoría católica donde la coalición de gobierno está dividida sobre esta reforma. Los derechos de las mujeres fueron erosionados durante los ocho años del anterior gobierno de extrema derecha, que endureció las estrictas normativas para el aborto, desatando protestas en todo el país.
Este país de 38 millones de habitantes tiene una de las legislaciones más restrictivas sobre el aborto de la Unión Europea y solo permite una interrupción del embarazo en el caso de violación, incesto o si la vida de la madre está en peligro. Tras las elecciones de octubre de 2023, Donald Tusk logró ser investido primer ministro forjando una amplia agrupación que aglutinó a su alianza, la Coalición Cívica, con la asociación Tercera Vía y formaciones de izquierda.
El partido de Tusk y formaciones de izquierda prometieron legalizar el aborto, pero otros miembros de la coalición están divididos. Está previsto que el debate empiece en la tarde del jueves para analizar una propuesta que legalice el aborto hasta las 12 semanas de gestación, presentada por la Coalición Cívica, y otros tres borradores impulsados por sus socios.
Pero el resultado es incierto ya que algunos legisladores de la coalición son reacios a apoyar la legislación en la votación prevista el viernes y aunque el Parlamento apruebe la reforma, la ley debe ser promulgada por el presidente Andrzej Duda, un político conservador que a finales de marzo vetó un proyecto para liberalizar el acceso a la píldora del día después.
Tusk, que fue jefe del ejecutivo de la UE y es un duro crítico del gobierno anterior del partido conservador Derecho y Justicia (PiS) afirmó que espera que los legisladores de su coalición permitan que el proyecto pase el primer obstáculo.
Pero, miembros del partido campesino PSL, una formación conservadora que forma parte de la coalición oficialista, han expresado su reticencia a suavizar las restricciones al aborto y otros anunciaron que se oponen a la reforma. La coalición de Tusk controla 248 de los 460 escaños del Parlamento en la Cámara Baja, y el PSL tiene 32 legisladores y para una mayoría se requieren 231 votos a favor.