Una de las muchas consecuencias de la pandemia del coronavirus ha sido la adaptación del sector laboral para continuar funcionando pese a la crisis sanitaria. El trabajo desde casa —el famoso home office— ha implicado un montón de retos para los trabajadores y las trabajadoras, entre otras cosas porque su jornada laboral ha ido en aumento.
¿Cómo está eso? De acuerdo con un estudio publicado en la National Bureau of Economic Research (Oficina Nacional de Investigación Económica), en el home office las personas invierten más tiempo desempeñando sus labores y envían o reciben más correos electrónicos —además de que el número de reuniones aumentó en la etapa de confinamiento.
Más tiempo en la chamba
Investigadores de la Universidad de Nueva York y la Harvard Business School encontraron que la jornada laboral de las personas que le entraron a este estudio aumentó 48.5 minutos, el número de reuniones aumentó casi 13% y el personal envió un promedio de 1.4 correos al día.
Este estudio se aplicó en más de 21 mil compañías de 21 ciudades de América del Norte, Europa y Medio Oriente —donde los investigadores compararon el comportamiento de los empleados y las empleadas durante dos periodos de ocho semanas antes y después de la cuarentena por el COVID-19.
“La gente ajustó sus patrones de trabajo”
Estas fueron las palabras de Jeff Polzer, profesor del Departamento de comportamiento organizacional de la Harvard Bussiness School, tras topar los resultados del estudio sobre los cambios en la jornada laboral.
El personal de estas empresas tuvo que adaptarse a la contingencia y hubo quienes —en ciudades como Nueva York o la mayor parte de Europa— se enfrentaron a días más largos de trabajo hasta mayo, cuando las autoridades comenzaron a disminuir las restricciones con respecto al confinamiento, al menos en Europa.
En medio de las complicaciones, también hubo una especie de avances, pues los investigadores hallaron que en un periodo de dos meses “una parte” del trabajo mejoró.
¿Qué fue? El personal logró que las reuniones extras —vía zoom, por ejemplo— fueron más cortas y esto nos habla de una adaptación que ha ido encontrando una manera para enfrentar el trabajo a distancia y hacerlo un poco más eficiente, menos cargado.
“Trabajo forzado”
La cultura, los costos, la moral y la productividad son factores que ya son estudiados por las empresas tras la aplicación de este estudio.
Se trata de ver qué pasa con el “trabajo forzado” desde casa, ¿qué incide para que las personas inviertan más tiempo en el home office?, ¿cuáles son los factores que le dan al traste a una “mejor” adaptación?
Hay un par de cosas que se han observado en el home office , entre ellas que las personas se conectaban a horas extrañas o que dedicaban tres horas adicionales al trabajo —esto sucedió en Estados Unidos. ¿Por qué?
De acuerdo con Bloomberg News, algunas personas toparon que sus apretados horarios están ligados con el cuidado de sus peques o la manera en que distribuyen la chamba, las tareas del hogar y además, la preocupación por los ingresos —la recesión económica que golpeó a Estados Unidos, por ejemplo.
El estudio de la Universidad de Nueva York y Harvard constituye uno de los grandes esfuerzos para analizar qué sucede con el personal de las empresas a nivel mundial. Y al menos con estos resultados, se pueden observar lo complejo de la situación laboral.