Corea del Sur celebró el martes su primer desfile militar en una década, con la participación inédita de Estados Unidos, una demostración de fuerza en un contexto de tensión con Corea del Norte. Unos 4 mil soldados participaron en el desfile en pleno centro de Seúl, bajo los aplausos de una multitud que agitaba banderas, en el que se exhibieron también 170 tanques, drones y misiles.
Alrededor de 300 soldados estadunidenses participaron en el desfile en el centro de la capital surcoreana, un hecho inédito que ilustra la solidez de la alianza militar entre ambos países frente a la amenaza nuclear norcoreana. Seúl organiza por lo general un desfile militar cada cinco años, pero la edición de 2018 fue remplazada por una ceremonia más sobria por el presidente de izquierda de entonces, Moon Jae-in, que intentaba acercarse a su vecino del norte.
Ahora el país está dirigido por Yoon Suk-yeol, un conservador que mantiene una política de mano dura con Pyongyang. Desde que llegó a la presidencia en mayo de 2022, Corea del Sur ha intensificado su cooperación militar con Estados Unidos y Japón. Presidió además una ceremonia en una base aérea durante la cual se regocijó del reforzamiento de los lazos entre Estados Unidos y Corea del Sur en temas de defensa.
«Si Corea del Norte utiliza armas nucleares, su régimen será frenado por una respuesta aplastante de la alianza entre Estados Unidos y Corea del Sur», dijo Yoon.
Este primer desfile en diez años, «es un gesto poco sutil y visualmente provocativo por parte del gobierno surcoreano para mandar (al líder norcoreano) Kim Jong Un el mensaje de que Seúl no dará marcha atrás ni buscará formas de reconciliarse”, dijo Soo Kim, de LMI Consulting, ex analista de la CIA.
Corea del Sur es un importante exportador de armas. En 2022, las ventas de armas aportaron al país 17 mil 300 millones de dólares. Corea del Sur se abstiene de vender armas a países en guerra.