Cubanos se burlan de reportes sobre supuestas bases militares de China en la isla

Los cubanos han tirado a broma y relajo los informes reiterados del diario Wall Street Journal según los cuales Beijing y La Habana estarían realizando “negociaciones en secreto” para instalar en la isla una base de espionaje electrónico y otra de entrenamiento militar de China.

“Mi´jito, no se moleste conmigo, pero mire aquí hay muchos problemas reales, falta de esto de lo otro, hasta de electricidad, para perder el tiempo con esa bobería inventada por los americanos; ese es otro chiste de mal gusto”, respondió a MILENIO sobre el tema Josefina Pardo, maestra de 50 años.

En tanto, el reconocido cronista cubano Aurelio Pedroso ironizó: “Espías profesionales, por encargo, aficionados e “iniciativistas”, como aparecía en los antiguos manuales de la KGB soviética, escudriñan con inusitado afán el menor indicio de una antena china destinada a espiar en Estados Unidos o en el mejor de los casos, a un chino inflando un globo a todo pulmón para que el viento lo lleve hacia los cercanos Everglades”.

Bajo el título “La CIA busca un chino con antenas en Cuba”, Pedroso escribió en el medio digital El Boletín que el asunto es “todo un revuelo dado a conocer por el influyente diario estadunidense, que inició no por gusto una historia llamada a convertirse en la segunda temporada de aquel ´ataque´ desmesurado de grillos contra los gringos”, en su embajada en La Habana durante el mandato de Donald Trump.

Varios cineastas se manifestaron contra la propuesta de Morena (Shutterstock).arrow-circle-right
En esos términos, el cronista aludió a los presuntos “ataques sónicos” contra funcionarios estadunidenses (“El síndrome de La Habana”, lo bautizaron), supuesto que hasta que se desinfló en 2022 congeló por más de cinco años las relaciones diplomáticas, y que cubanos de a pie atribuyeron “a los sonidos bravos de los grillos de la isla” o a “la incapacidad de los yanquis de asimilar el hablar a viva voz que se estila en el país”.

Blinken echa aire al tema
Poco después de que el secretario de Estado Antony Blinken se reuniera con el presidente Xi Jinping el 19 de junio pasado, el WSJ añadió a su primera información sobre la base de espionaje, la observación de que China también quiere una base militar de entrenamiento «en la costa norte de Cuba».

Los anuncios se registran cuando el país caribeño padece la peor crisis económica del presente siglo y refuerza sus alianzas con Rusia y China, mientras la actual administración de Joe Biden mantiene una política de presión muy parecida a la de Trump contra la isla y también en torno el gigante asiático.

“Hemos dejado claro que tendríamos profundas preocupaciones sobre las actividades militares de China en Cuba”, dijo Blinken. Por su parte, La Habana y Beijing han rechazado por “infundados” los anuncios del WSJ.

No obstante, esos informes siguen rebotando por el mundo “como la clásica pelota de ping pong en una mesa de trampas para ratones”, afirmó el sociólogo cubano, Rafael Hernández.

“Quizá sea que, a fuerza de ocurrir eso de EU espiando a cualquiera, ha pasado a formar parte del sentido común. De manera que no va en la primera plana” o en ninguna otra de los medios importantes del planeta, afirmó el académico en el medio digital OnCuba.

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