El exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi sonrió desde un automóvil cuando salía el viernes del hospital San Raffaele de Milán para regresar a casa después de seis semanas de tratamiento por una infección pulmonar relacionada con la leucemia crónica. Berlusconi, de 86 años, fue trasladado de urgencia al hospital el 5 de abril y permaneció en cuidados intensivos durante más de 10 días, lo que provocó especulaciones de que su vida podría estar en peligro y atrajo a un torrente de familiares y amigos junto a su cama.
Los medios italianos mostraron imágenes e imágenes de Berlusconi siendo conducido en una limusina oscura sonriendo y saludando a los periodistas que esperaban fuera del hospital poco después de la 13:00 horas (locales). Después de su hospitalización, los médicos dijeron que Berlusconi padecía leucemia mielomonocítica crónica (LMC). No especificaron cuándo se detectó el cáncer por primera vez, solo dijeron que no era agudo. Sus aliados políticos dieron bienvenida a su alta hospitalaria.
“Los esperaremos en el campo para pelear muchas batallas juntos”, escribió en Twitter la primera ministra Giorgia Meloni, cuya coalición incluye al partido Forza Italia de Berlusconi.
«Todos estamos felices de que haya regresado a casa. ¡Bienvenido presidente!», dijo el ministro de Relaciones Exteriores, Antonio Tajani, el miembro más importante de Forza Italia en un gobierno en el que Berlusconi no tiene un papel directo.
Berlusconi se desempeñó como primer ministro en 1994 a 1995, 2001 a 2006 y 2008 a 2011. Su salud se ha deteriorado notablemente en los últimos años, con una cirugía a corazón abierto en 2016 y numerosos ingresos hospitalarios desde que contrajo covid-19 hace tres años. Durante su última hospitalización, permaneció políticamente activo. Apareció en dos mensajes de video este mes, luciendo frágil pero también diciendo en una conferencia de Forza Italia que estaba listo para volver al trabajo.
La semana pasada recibió la visita de sus dos aliados clave, Meloni y el ministro de Transporte y viceprimer ministro Matteo Salvini, quienes dijeron que se estaba recuperando. No hay un heredero designado para reemplazar a Berlusconi al frente de Forza Italia, y no está nada claro si el partido, un socio menor en la coalición de Meloni, puede mantenerse unido sin su liderazgo.