Los equipos de rescate en Turquía sacaron el sábado a salvo a una familia de cinco personas que sobrevivió dentro de su casa derrumbada durante cinco días tras terremoto entre ese país y Siria. Sin embargo, el número de muertos se acercaba a los 25 míl en ambos países.
Primero sacaron a la madre y la hija, Havva y Fatmagul Aslan, de entre un montículo de escombros en la ciudad muy afectada de Nurdagi, en la provincia de Gaziantep, informaron medios locales. Más tarde, los equipos contactaron al padre, Hasan Aslan, pero él insistió en que primero se salvara a su otra hija, Zeynep, y a su hijo Saltik Bugra. Cuando sacaron al padre, los rescatistas vitorearon y corearon «¡Dios es grande!»
Dos horas más tarde, una niña de 3 años y su padre fueron rescatados de los escombros en la ciudad de Islahiye, también en la provincia de Gaziantep, y una hora después, una niña de 7 años fue rescatada en la provincia de Hatay, casi 132 horas después del sismo. Los rescates elevan a 12 el número de personas rescatadas el sábado, a pesar de la disminución de las esperanzas en medio de las bajas temperaturas .
«¿Qué día es?» Kamil Can Agas, de 16 años, preguntó a sus rescatistas después de que lo sacaron de los escombros en Karamanmaras, según la televisión NTV. Los miembros de los equipos de búsqueda mixtos de Turquía y Kirguistán se abrazaron, al igual que los primos del adolescente, y uno de ellos gritó: “Está afuera, hermano. Está fauera. Él está aquí».
Los rescates trajeron destellos de alegría en medio de una abrumadora devastación días después de que el terremoto derrumbara miles de edificios. Sin embargo, no todo terminó tan bien. Los cuerpos de emergencias alcanzaron a una niña de 13 años dentro de los escombros de un edificio derrumbado en la provincia de Hatay el sábado temprano y la intubaron. Pero murió antes de que los equipos médicos pudieran amputarle una extremidad y liberarla de los escombros, informó el diario Hurriyet.
Aunque los expertos dicen que las personas atrapadas pueden vivir una semana o más, las probabilidades de encontrar más sobrevivientes disminyen rápidamente. Los rescatistas estaban cambiando a cámaras térmicas para ayudar a identificar vida entre los escombros una señal de la debilidad de los sobrevivientes restantes.