El presidente de Colombia, Gustavo Petro, pidió disculpas en nombre del Estado por las masacres cometidas en La Granja (1996) y El Aro (1997), esto después de que participase en un evento en el Museo Casa de la Memoria, donde se han realizado actos simbólicos sobre las matanzas producidas en la provincia de Ituango.
«En nombre del Estado colombiano le he pedido perdón a las víctimas de las masacres en los corregimientos de la Granja y el Aro en 1997», anunció Petro a través de su cuenta de Twitter «El Estado colombiano reconoce que los muertos no eran enemigos de nadie, era gente humilde y trabajadora que los mataron porque sí (…) que en sus muertes en La Granja y en El Aro estuvo el Estado presente, fue cómplice del asesinato», expresó ante las familias de las personas asesinadas.
Asimismo, sostuvo que el Estado ha estado encubriendo los sucesos, por lo que ha criticado el «Estado de la impunidad» que ha regido desde que se produjeran dichos sucesos. En este sentido, Petro señaló que estos crímenes son delitos de lesa humanidad, por lo que podría denominarse «genocidio reciente».
«El peligro que tenemos ahora es que se repita y como una especie de condena perpetua de la sociedad colombiana tengamos que llevar tras nuestras vidas y las futuras generaciones las circunstancias de que quizá Colombia, como una única sociedad de la existencia humana, decide destruirse a sí misma de forma permanente», lamentó Petro.
Con esta declaración, Petro —acompañado de fotografías de las víctimas y velas blancas— cumplió con una sentencia de hace 16 años, en 2006, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó pedir perdón por dichas masacres al demostrar que hubo connivencia de agentes estatales con paramilitares. El 31 de mayo de 2018, la Corte Suprema de Justicia de Colombia declaró como crimen de lesa humanidad. El tribunal instó entonces a hacer justicia, brindar salud gratuita y facilitar el regreso a los hogares de las familias desplazadas.