El rey Carlos III pidió a su hijo el príncipe Harry que no llevara a su esposa Meghan Markle al castillo de Balmoral, en Escocia, el día en que murió la reina Isabel II, reveló la prensa británica.
Según el diario The Sun, Harry estaba en su residencia de Frogmore Cottage cuando recibió una llamada de su padre pidiéndole que prescindiera de Meghan.
Carlos le dijo a Harry que no era correcto ni apropiado que Meghan estuviera en Balmoral en un momento tan profundamente triste», según una fuente al periódico.
Los duques de Sussex, quienes residen en California, Estados Unidos, se encontraban de visita en Londres para asistir a un evento caritativo previamente agendado.
Un portavoz de la pareja había anunciado que ambos acudirían a Balmoral a ver a la monarca británica después de que los médicos reales reportaron el deterioro de su salud.
Sin embargo, al final, se alcaró que solo viajaría Harry a ver a su abuela.
Se le señaló que Catalina no iría y que los números realmente deberían limitarse a la familia más cercana”, aseguró la fuente a The Sun.
Carlos dejó muy, muy claro que Meghan no sería bienvenida», agregó .
Intrigas reales
Por su parte, The Telegraph informó que Harry no fue convocado inicialmente cuando los miembros de la realeza se dirigieron a Balmoral, conforme al protocolo oficial.
Exactamente lo que sucedió está abierto a la especulación.
Algunos dicen que Harry y Meghan no habían considerado que la esposa de William no estaría allí, sino que Catalina se quedaría en Londres, y cuando se señaló que ella no estaría, se dieron cuenta del error.
Otros creen que Meghan fue efectivamente prohibida, con el argumento de que Catalina, ahora la Princesa de Gales, se quedaba en casa.
Solo los dos hijos mayores del anciano monarca, Carlos y Ana, estaban presentes cuando la reina falleció.
Sus otros hijos, Andrés y Eduardo, llegaron tan pronto como pudieron en un avión con el príncipe Guillermo, quien ahora es el primero en la línea de sucesión al trono.